POR: ENRIQUE RIVERA SALAS
“La gratitud nunca debe olvidarse, sobre todo cuando una persona ha hecho una labor fecunda en favor de su pueblo”.
Por eso es justo reconocer los méritos de quienes dedicaron su vida al servicio de la comunidad.
La señorita Victoria O’Diana Macedo nació en Mollendo el 19 de julio de 1928, hija de Tomás O’Diana y María Macedo, y hermana de Ángel, Pedro, Margarita y Rosendo. Fue docente del Colegio Nacional Deán Valdivia y luego del Colegio San Vicente de Paúl, donde llegó en varias oportunidades a la dirección, bajo la conducción de las Hijas de la Caridad. En este plantel creó la Banda de Guerra de Señoritas, única en el sur del país, y promovió la creación de la Cruz Roja Peruana Escolar.
Además, desempeñó una destacada labor cívica como regidora de la Municipalidad Provincial de Islay durante cinco periodos y, en uno de ellos, fue teniente alcaldesa, por lo que se le considera la regidora del siglo XX.
“Vicky”, como se le conocía cariñosamente, fundó el CEO Rosa de Santa María, academia de corte y confección que dirigió por muchos años. En 1991 integró el Comité Pro-Reconstrucción de la Iglesia Inmaculada Concepción, y en 1993 impulsó la construcción de la Guardería Alto Inclán, hoy Guardería Infantil Albergue “Inmaculada Concepción”, con apoyo del programa PEIS-416-B y ejecución de Cáritas Diocesana.
Fue también presidenta de las cofradías de la Virgen de Chapi y la Virgen de Fátima, y recibió múltiples distinciones del Congreso de la República, la Universidad Nacional de San Agustín, el Rotary Club Mollendo y otras instituciones.
Tuve el honor de conocerla cuando me desempeñaba como secretario general de la municipalidad. Siempre destacaba por su orden y responsabilidad: después de cada sesión del concejo, solicitaba copias certificadas de los acuerdos para archivarlos.
Victoria O’Diana Macedo falleció el 18 de febrero de 2015, a los 87 años. En su tiempo, los alcaldes y regidores —como ella— sí trabajaban por la comunidad, sin dietas ni sueldos, solo por vocación y servicio.