POR: MAGISTER JAIME CARPIO BANDA
La Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa (UNSA) ha sido una de las principales beneficiarias del canon minero y regalías en el sur del Perú. Entre 2004 y 2025, recibió aproximadamente S/ 709.6 millones (setecientos nueve millones seiscientos mil soles) por concepto del 20% correspondiente a universidades públicas, lo que representa una media anual de S/ 33.8 millones, aunque con fuertes variaciones interanuales.
El análisis histórico muestra cinco etapas claramente diferenciadas: 2004–2006: despegue moderado, con ingresos entre S/ 0.5 y S/ 3.9 millones anuales.
2007–2012: periodo de fuerte crecimiento, impulsado por el ciclo de precios de los minerales, alcanzando más de S/ 40 millones en 2012.
2013–2017: caída progresiva, con ingresos entre S/ 12 y S/ 23 millones, reflejando el retroceso en las cotizaciones del cobre.
2018–2025: segunda gran etapa de expansión, alcanzando su pico en 2025 con S/ 82.5 millones, impulsado por nuevos proyectos mineros en Arequipa, mejores precios internacionales y mayores volúmenes de producción.
Aunque los recursos recibidos por la UNSA son significativos, su impacto transformador ha sido limitado. Las carencias en infraestructura académica, calidad educativa, producción científica y vinculación con el entorno regional siguen siendo evidentes.
Los S/ 709.6 millones deberían haber representado un verdadero motor de transformación hacia una universidad pública con estándares internacionales. Sin embargo, el foco no debe estar solo en cuánto se recibió, sino cómo se usó y qué impacto real generó.