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20 enero, 2025 1:20 pm

Trump, Milei y Bukele en el horizonte electoral peruano

“He llegado a la conclusión de que la política es demasiado seria para dejarla en manos de los políticos.” – Charles de Gaulle.

POR: CÉSAR A. CARO JIMÉNEZ     

El fenómeno de la derecha política está tomando fuerza en diversas partes del mundo, y América Latina no es la excepción. En este contexto, figuras como Donald Trump, Javier Milei y Nayib Bukele han emergido como representantes de una tendencia que busca capitalizar el descontento social y las incertidumbres económicas. A medida que se aproximan las elecciones en Perú, es crucial analizar cómo estas figuras pueden influir en el electorado y cómo su ascenso podría estar relacionado con el avance de la inteligencia artificial y sus implicaciones para el futuro laboral.

Donald Trump, nuevamente presidente de los Estados Unidos, ha mantenido una influencia significativa en la política global. Su retórica populista y su enfoque en el nacionalismo han resonado en muchos sectores que se sienten amenazados por la globalización y el cambio tecnológico. Con el avance de la inteligencia artificial, que está transformando la naturaleza del trabajo y generando temores sobre la pérdida de empleos, Trump atrae a aquellos votantes que buscan un retorno a políticas más proteccionistas.

En el marco de las elecciones peruanas, el legado de Trump podría influir en los candidatos de la derecha. Su mensaje de «América Primero» puede ser reinterpretado por líderes locales para defender la soberanía económica y laboral del país, a pesar de que la realidad peruana es muy diferente a la estadounidense.

Otro personaje de la derecha internacional, Javier Milei, el economista y político argentino, también ha capturado la atención de la opinión pública con su discurso radical en favor del liberalismo económico. Su ascenso en Argentina se ha caracterizado por una fuerte crítica al Estado y un llamado a la «libertad total». Con un electorado cansado de la corrupción y la ineficiencia del gobierno, Milei ha prometido reformas drásticas que, si bien pueden ser arriesgadas, también prometen un cambio significativo que, de ser exitoso, influirá en el electorado peruano.

En el Perú, tanto Trump, como Bukele y el fenómeno Milei podrían inspirar a candidatos que busquen plataformas similares, apelando al electorado que anhela soluciones rápidas frente a problemas económicos persistentes. Sin embargo, sus propuestas extremas también generan preocupaciones sobre el desmantelamiento de redes de protección social, lo que podría ser un riesgo en un país con altos índices de pobreza.

Nayib Bukele, presidente de El Salvador, ha capturado la atención internacional por su enfoque poco convencional y su uso de redes sociales para conectar con la población. Su lucha contra la corrupción y su promesa de modernizar el país han atraído la admiración de muchos, pero también críticas por su tendencia autoritaria. Bukele ha utilizado la criptomoneda y la tecnología para impulsar su agenda, un enfoque que podría resonar en un mundo donde la inteligencia artificial redefine el empleo.

La estrategia de Bukele podría influir en cómo los candidatos peruanos aborden la innovación tecnológica, el empleo y la reducción de las horas de trabajo.

A medida que el país enfrenta desafíos económicos, la implementación de soluciones tecnológicas podría ser vista como una vía para mejorar la productividad y crear nuevas oportunidades, pero solo para los más preparados y capacitados. El resto, me temo, optará por métodos y rutas prohibidas.

La influencia de la inteligencia artificial en el mercado laboral es un tema que no puede ser ignorado. Los candidatos de la derecha deberán abordar cómo sus políticas pueden mitigar el impacto del avance tecnológico en el empleo. La creación de políticas que fomenten la capacitación y la reconversión laboral será crucial para ganar la confianza de un electorado que teme por su futuro y cuyo malestar lo puede inclinar a apoyar cambios significativos acompañados de riesgos que podrían afectar la estabilidad democrática y el bienestar social.

En un mundo que busca adaptarse a los desafíos de la inteligencia artificial, el futuro político del país dependerá de la capacidad de sus líderes para responder a las inquietudes de la población y ofrecer un camino claro hacia adelante. Empero, hasta la fecha no vislumbramos ni líderes, ni instituciones, ni partidos políticos que pongan en el escenario ideas claras y/o críticas, limitándose a ofrecerse como productos higiénicos muchas veces corruptos ante un electorado sin mayor información o moral, que da lugar, en nuestro caso, a que tengamos una mayoría de autoridades que dejan mucho que desear.

Análisis & Opinión