Por: Rony Flor Coayla
Como si fuera contagioso, después de la tragedia ocurrida en Real Plaza de Trujillo, donde el colapso del techo del patio de comidas dejó muertos y heridos, en Moquegua, personal de Defensa Civil se puso chalecos y cascos, llamó a la prensa y se dirigió a Plaza Vea y Promart para realizar una inspección de sus estructuras.
Señores, si un techo cayó en el norte, no significa que hoy o mañana caerá otro en Moquegua. Lo que no agrada es la «película» que protagonizan. ¿Por qué no mejor se dan una vuelta por la quebrada del cementerio? Ya no para los frecuentes operativos en los “puticlub” que ignoran a la autoridad, sino para certificar que esa zona, en la parte baja, ya no es una quebrada.
Quienes invadieron el área y ahora tienen títulos de propiedad, la han convertido en una pampa. Dios no quiera, pero el día que un huaico ingrese, como históricamente ha sucedido, podríamos contar muertos y heridos… EN LOS TRINQUETES POLÍTICOS, TODO SE SABE.
‘¿Dónde miércoles están esos, carajo?’
Este lunes, en otra jornada de huelga famélica en el Valle de Tambo, el dirigente y coordinador de la protesta contra el proyecto Tía María, Miguel Meza, no ocultaba su preocupación e indignación por la escasa participación de la población en el paro general indefinido.
Por un lado, intentaba levantar el ánimo de los pocos manifestantes, pero por otro, se preguntaba con evidente frustración: «¿Dónde miércoles están esos, carajo?», en clara alusión a los dirigentes y pobladores que no se sumaron a la protesta.
Molesto, Meza repetía la palabra «carajo» en cada frase, reflejando su malestar por sentirse solo en la lucha. Planteó que este martes, irían a emplazar a los alcaldes y preguntarles: «¿Con quién están, con el pueblo o con la minera?».
Llevan una semana de paro sin características de paro y, efectivamente, ¿dónde miércoles están los miles que en otros años rechazaban la inversión minera y salían a protestar contra Southern? Tal parece que el panorama ha cambiado totalmente… EN LOS TRINQUETES POLÍTICOS, TODO SE SABE.
En Omate, se ‘tumbaron el kiosco’
El otro día, durante la organización del Festival del Pisco Sour en Omate, se eligió el coliseo municipal como sede del evento. Como dice el dicho: «El trago, maldito dulce tormento, ¿qué haces afuera? Pasa para adentro», y el consumo transformó a algunos asistentes.
Todo indica que, tras la celebración, el local quedó «maltrecho» y nadie dijo nada. Imágenes de la puerta del coliseo muestran que algunos borrachos se ensañaron con ella, dejándola descuadrada y con un hueco en el vidrio superior.
Quienes usaron el coliseo para la chupeta al menos debieron dejarlo en las mismas condiciones en que lo encontraron, pero parece que eso no sucedió. El sindicato de trabajadores municipales debería alzar la voz, ya que sus afiliados son los primeros llamados a cuidar el patrimonio de la ciudad. La alcaldesa está de paso, su gestión terminará y se irá, pero ellos seguirán al frente de la institución… EN LOS TRINQUETES POLÍTICOS, TODO SE SABE.
