POR: JORGE ACOSTA ZEVALLOS (ECONOMISTA DEL CEM)
Los investigadores económicos y las estadísticas del país indican que estamos ingresando muy apresuradamente a un proceso de recesión productiva que en otras palabras significa que la producción no crece o se ha vuelto negativa. Se añade que la recesión en algunos departamentos se está convirtiendo en los últimos trimestres en permanente.
Según reporte del INEI en el primer trimestre del presente año son 17 regiones las que mostraron crecimiento negativo de la producción, encabezan la lista Apurímac, Pasco y Puno debido a que estuvieron paralizados por la lucha social y política contra el actual gobierno.
La cosa es peor en siete departamentos en la que la crisis recesiva técnicamente se repite tanto el primer y segundo trimestre del presente año, así tenemos a Lima y los departamentos arriba mencionados y se añaden Tacna y Ayacucho por la baja extracción minera y nula diversificación productiva. Mas abajo aparece Huancavelica debido a la menor producción eléctrica de la central del Mantaro.
Según el Instituto Peruano de Economía (IPE) la recesión no ocurre en el departamento de Moquegua en donde la producción por dos trimestres continuados en el presente año crece más allá del 40% debido al inicio de la explotación minera de Quellaveco y vaticinan que si la perspectiva de producción continua el PBI per cápita de este departamento pasaría de 52 mil soles a 73 mil soles.
Tacna Y Moquegua son muy parecidos en territorio y actividades productivas y la pregunta es porque el primero está en recesión y el segundo no lo está. La primera respuesta es obvia, la inversión privada minera es significativa y en Tacna no solo no ha ocurrido, sino que ha disminuido. Otra diferencia es que Moquegua tiene producción metalúrgica y actividad portuaria en la provincia de Ilo. Tacna no tiene puerto propio.
Y sin embargo, Tacna con esas diferencias en estadísticas pasadas aparecía con un mercado interno más dinámico y activo sobre todo en la compra venta de mercancías al detalle, los servicios eran intensos y prósperos.
La presencia de visitantes y turistas limeños, chilenos multiplicaba demandando atención médica, gastronomía, alojamiento y esparcimiento. Añádase que, en tamaño de área agrícola, el número de centros de estudio superiores técnicos y empresarios ligados al comercio es mayor en el departamento del río Caplina.
Y ENTONCES ¿POR QUÉ ESTÁ EN RECESIÓN?
Nos aventuramos a capella a dar algunas respuestas. La básica y la trascendental es que Tacna no ha logrado cambiar la estructura productiva regional y sigue la minería ocupando un gran porcentaje del Valor Agregado Bruto (VAB) 41%.
La ampliación del área agrícola después de la Yarada es nula, destaca la contradicción de la escases de agua versus los inmensos campos con posibilidades de irrigación. Los proyectos de irrigaciones no aterrizan en resultados por diversos factores, uno de ellos la corrupción.
Un elemento subjetivo de identidad se está perdiendo es el tacneñismo y su reconocido heroísmo como si solo fuera un don de los tacneños de antaño. Los inmigrantes reconocen la historia, pero muchos no la internalizan al extremo que ellos eligen a autoridades manifiestamente corruptas.
La pandemia también atrajo consecuencias que perduran. Por el tipo de cambio de la moneda nacional con la chilena la presencia de chilenos era copiosa y compradora de bienes y servicios, hoy esta característica se ha menguado. De resultados tenemos centros comerciales con pocos clientes.
Y la lista no se detienen y son las más las dificultades que las posibilidades. Sería bueno, como los viejos tiempos, que la academia, colegios profesionales, empresarios y líderes sociales comiencen a mirar nuevamente el futuro de que debe ser Tacna y apostar con seriedad la ejecución de impactantes proyectos.
Por lo pronto, empezar con un plan de corto alcance para encarar la recesión que cada vez es permanente y que si no se hace nada afectara el empleo, los ingresos y la vida de los tacneños.