POR: JULIO FARFÁN VALVERDE
Un esquema de corrupción queda al descubierto en la Subregión Ilo del Gobierno Regional de Moquegua, que involucra a personas de confianza de la gobernadora regional, Gilia Gutiérrez Ayala, y a los jefes de áreas, quienes se harían de la vista gorda ante varios ilícitos. Fuentes confiables, provenientes de la misma Subregión, señalaron a la Unidad de Investigación que dos figuras clave estarían detrás de toda esta manipulación irregular siendo las operadoras de la actual gestión.
Una de las informantes, cuyo nombre se mantiene en reserva pero que está dispuesta a declarar ante el Ministerio Público, indicó que Yolanda Callata, del partido político de Gilia Gutiérrez, y Susana Hernández serían las principales responsables del manejo de obras y personal en la Subregión Ilo, actuando por encima de los jefes de obras, de áreas y del propio gerente de la Subregión Ilo. Estas personas, según la informante, tendrían el poder real en la Subregión Ilo.
El modus operandi incluye el manejo de contrataciones de personal, presuntos reemplazos fantasmas de trabajadores momentáneamente suspendidos para evitar que acumulen antigüedad, así como la expulsión y represalias contra aquellos obreros y todo tipo de personal que se oponen a sus intereses. Otro testimonio, respaldado con documentación proporcionada a este medio, corrobora las irregularidades en esta sede de Ilo.
Las irregularidades y manipulaciones ilegales en las contrataciones de personal en la Subregión Ilo son tan evidentes que, como ejemplo, nos limitaremos a señalar solo dos casos.
SUPLANTACIÓN FANTASMA POR RÉCORD LABORAL
El primer caso, es el de Isaías Yiye Santos Romero Quispe, quien ingresó a trabajar en agosto de 2023 y terminó sus servicios en mayo de 2024 como Asistente Técnico en la obra “Mejoramiento del Servicio de Educación Inicial en la I.E.I 231 de Bello Horizonte” de la Subregión Ilo. Su salida temporal fue justificada por un “corte de récord laboral”. Tras su suspensión, curiosamente, fue reemplazado por el ingeniero Edwin Donato Ticahuanca Calizaya, quien ocupó el mismo puesto durante los meses de junio y julio. Sin embargo, en agosto, el mismo Isaías Yiye Santos Romero Quispe regresó a su puesto o quizás nunca salió de allí, lo que plantea serios cuestionamientos sobre la legalidad de esta rotación.
Lo que resulta aún más sospechoso es que Isaías Yiye Santos Romero Quispe y el ingeniero Edwin Donato Ticahuanca Calizaya son cuñados. El primero está casado con la hermana del ingeniero. Además, el ingeniero Ticahuanca es gerente general de EMG Ingeniería y Construcciones S.R.L, una empresa exitosa que, según los registros de Sunat 2024, emplea hasta 54 trabajadores. ¿Cómo es posible que un empresario exitoso, profesional y colegiado, con experiencia en el sector privado, haya decidido desentenderse de su empresa durante dos meses para trabajar como asistente en una obra menor del sector público?
INGENIERO EMPRESARIO LABORÓ SOLO EN DOCUMENTOS EN OBRA
La Unidad de Investigación se puso en contacto con el ingeniero Ticahuanca Calizaya para preguntarle si era propietario y gerente de la empresa EMG Ingeniería y Construcciones S.R.L, asimismo cuál era su experiencia laboral, en un primer momento respondió y aseguró que él solo tenía experiencia en el sector privado desde 2016. Ante la repregunta de que, si había trabajado en la Subregión Ilo, contestó reafirmando que el solo había trabajado en el sector privado y nunca en el sector público y la siguiente pregunta fue, por qué estaría figurando su nombre en dos meses como trabajador de una obra de Bello Horizonte a cargo de la Subregión Ilo.
Algo preocupado, evitó responder esa pregunta y expresó su deseo de conversar de manera presencial en lugar de por vía telefónica. Finalmente, indicó que en la obra de Bello Horizonte estuvo «unos meses», pero desempeñándose como «supervisor de calidad». Esta versión pone en duda su verdadera participación en la obra, ya que supuestamente reemplazó a su cuñado, pero no se constata que haya estado físicamente presente en el lugar, ya que el puesto que tenía que ocupar era la de asistente técnico.
Lo que también llama la atención es que, según el portal de Transparencia del Ministerio de Economía y Finanzas, el ingeniero Ticahuanca cobró 7 mil soles en el año 2024, pero antes y después de ese periodo no se registran pagos. Este hecho refuerza las sospechas sobre la legalidad de su involucramiento en la obra.
SEGUNDO CASO DE SUPLANTACIÓN ILEGAL “AUTORIZADA” POR LOS OPERADORES
El segundo caso es el de Yanina Mabel Gutiérrez Cosi, quien laboró en la Subregión Ilo como asistente administrativo II hasta mayo de 2024. Su salida fue justificada por un “corte de récord laboral”. Tras su suspensión, pero únicamente en la documentación oficial de la Subregión Ilo, fue reemplazada por el ingeniero Adrián Álvaro Alvarado Fuentes, quien habría ingresado a laborar en junio de 2024, ocupando el mismo puesto. Es decir, documentalmente habría reemplazado a Yanina Mabel Gutiérrez Cosi durante ese tiempo, cuando en realidad, Alvarado Fuentes ese mismo mes estaría trabajando en un proyecto minero en Moquegua. Sus compañeros de labores seguían observando a Yanina trabajando en su mismo lugar durante todo ese tiempo.
De acuerdo a fuentes de exservidores de la Sub Región Ilo solo se utilizó un panel fotográfico antiguo de Alvarado Fuentes, de cuando él sí laboraba en la Subregión Ilo, al cual solo se le suplantó la firma. Además, un amigo de Yanina le proporcionó un recibo por honorarios, lo cual le sirvió para sustentar el cumplimiento de la orden de servicio y así poder recibir su pago. Todas estas ilegalidades contaron con el aval y consentimiento de quienes gestionan las obras de la Subregión Ilo.
La ingeniera Katherine Tatiana Quispe Llanos también tuvo pleno conocimiento de esta suplantación ilegal de personal. Se habría reunido con la señora Susana Hernández Espinoza, quien coordinó con la jefa de Logística Karen Pastor y la jefa de Recursos Humanos Carmen Canqui, para que finalmente la ingeniera Katherine Quispe emitiera el Informe N° 313-2024-KTQLL-CT-PMIPR-ILO-GR.MOQ, dirigido al Ingeniero Jaime Herrera Berolatti, en ese entonces Subgerente de Infraestructura, con el fin de otorgar la conformidad de la orden de servicio N° 2271-2024 en favor de Adrián Rodrigo Alvarado Fuentes. Sin embargo, esta persona realmente solo habría trabajado en los documentos de la Subregión, y finalmente se pagó mediante un procedimiento administrativo laboral completamente irregular e ilegal.
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