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2 diciembre, 2024 2:39 am

Sin pecar de ingenuo

No somos Suiza (dispénseme la ironía), y la realidad que vivimos es particular: polarización, politización de la justicia, sendos intentos de vacar a la mandataria, etc.

POR: FERNANDO VALDIVIA CORREA     

Del 14 al 17 de este mes, nuestro país, y concretamente Lima, será sede del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC), que congrega a las 21 economías más dinámicas del planeta. Luego de 8 años seremos anfitriones de este evento internacional, que contará con la participación de lideres mundiales como Xi Jinping, presidente de la República Popular China, y cuya trascendencia radica en que estaremos en el foco de atención para atraer mayor inversión extranjera, y con ello seguir apostando por la reactivación económica que tanto necesitamos.

El gobierno ha sido cauteloso en lo que respecta a la seguridad de los ilustres visitantes, declarando feriado no laborable esos días; sin embargo, de manera “coincidente”, diversos gremios, entre los que se encuentran transportistas, comerciantes, CGTP, anunciaron paralizaciones para estas fechas. Las razones esbozadas son variadas, desde el incremento de la ola delincuencial (extorsiones y sicariatos), hasta exigir la renuncia de Dina Boluarte.

Así, en un intento de “aquietar las aguas”, el Ejecutivo, al frente del Premier, pidió públicamente evitar las marchas para no perturbar la realización de este magno acontecimiento. Y tiene razón Gustavo Adrianzén, aunque parafraseando el “de que se trata para oponerme”, la respuesta tuvo un efecto boomerang, pues estos mismos grupos radicalizaron su medida de fuerza. En otras palabras, amenazaron que sí o sí habrá paro.

Entendemos la posición del gabinete: diálogo. Y eso es bueno, toda vez que con ello arribamos a consensos, luego puntos en común, de ahí el Perú enrumba, y felices todos. Pero, hay un detalle: No somos Suiza (dispénseme la ironía), y la realidad que vivimos es particular: polarización, politización de la justicia, sendos intentos de vacar a la mandataria, etc.

Ante este escenario cada vez más hostil, no podemos ni debemos pecar de ingenuos. Cierto es que los crímenes por encargo, entre otras modalidades delictivas, están a la orden del día, y cuya estrategia sectorial ha sido insuficiente. Pero también lo es que tras estas “espontáneas manifestaciones” está la política. Y digámoslo claramente, de las más radicales.

Por lo tanto, la reacción del gobierno frente a estas situaciones es y debe ser siempre de rechazo, amén de imponer el orden con la fuerza de la ley. Aquellos que muestran su desacuerdo sobre tal o cual acto u omisión por parte de la señora Boluarte Zegarra, o de algún ministro, está en su derecho, aunque comprendiendo que, por encima de sus apetitos personales, están siempre los intereses de la patria.

Análisis & Opinión