POR: PH.D. ING. AVID ROMAN-GONZALEZ
Un reciente estudio publicado en el Journal of Neuroscience (Wolpe et al., 2025) revela que la manera en que los adultos mayores interpretan las expresiones faciales podría convertirse en una nueva pista para detectar deterioro cognitivo en etapas tempranas.
La investigación encontró que los adultos mayores tienden a identificar rostros ambiguos o difíciles de leer como expresiones positivas, en mayor medida que los jóvenes. Este fenómeno, conocido como “sesgo de positividad”, se relacionó con una reducción de materia gris en el hipocampo y la amígdala, áreas cerebrales clave para el procesamiento de las emociones.
Una de las cosas más importantes del estudio es que este patrón no estuvo vinculado con síntomas depresivos, sino con un menor rendimiento cognitivo. Esto sugiere que el sesgo de positividad podría diferenciar entre la depresión y el deterioro cerebral en la vejez, aportando un nuevo indicador temprano de demencia.
Los resultados refuerzan investigaciones previas que muestran cómo la dificultad para reconocer emociones negativas, como miedo, tristeza o ira, aparece en las fases iniciales del Alzheimer y otras demencias. Identificar estos cambios sutiles en la percepción emocional podría convertirse en una herramienta clínica valiosa para diagnosticar antes y ofrecer intervenciones más efectivas.
Si bien el estudio es transversal, es decir, se realizó en un único momento sin seguimiento a largo plazo, los autores destacan su potencial. Comprender cómo los adultos mayores perciben las emociones abre la puerta a nuevas estrategias de detección precoz, en una etapa en la que el apoyo y los tratamientos son más beneficiosos.
En un contexto global de envejecimiento poblacional, avances como este subrayan la importancia de integrar la neurociencia en la práctica clínica y en las políticas de salud pública, con el fin de mejorar la calidad de vida de los adultos mayores y sus familias.