POR: DR. PHD. JAVIER FLORES AROCUTIPA
En su intervención en la I Cumbre Minería Responsable y Desarrollo Territorial, el ministro de Energía y Minas, Rómulo Mucho Mamani, resaltó los beneficios que la industria minera aporta tanto al Perú como a nivel global. Aunque es innegable que ha generado empleo, divisas y fomentado las exportaciones, es importante subrayar que no necesariamente ha impulsado el desarrollo integral.
En la actualidad, los países desarrollados exhiben un PBI per cápita que supera los 40 mil dólares, una esperanza de vida que sobrepasa los 80 años y niveles educativos que promedian más de 12 años de educación. Lamentablemente, el Perú aún no alcanza esos estándares.
Si bien es cierto que la minería cruza la historia económica del país queda claro que no ha logrado cimentar ningún polo de desarrollo, y menos aún una región competitiva. Las regiones mineras tienen altos índice de pobreza (INEI, 2023)
ANÁLISIS DE PAÍSES DESARROLLADOS:
Los países con mayor PBI per cápita, Suiza: con un PBI per cápita de 92,050 dólares, Suiza lidera la lista, destacándose por su alta competitividad y desarrollo. Noruega: con 80,970 dólares, sigue de cerca, conocida por su sólido estado de bienestar y recursos naturales, particularmente el petróleo. Singapur: con 78,574 dólares, este país-ciudad es un ejemplo de economía altamente desarrollada y competitiva, con un fuerte enfoque en comercio y finanzas. Estados Unidos: con 75,866 dólares, mantiene su posición como una de las mayores economías del mundo, impulsada por la innovación y el consumo.
Países nórdicos y Europa Occidental: Suecia, Finlandia, Canadá, Alemania: estos países, con PBI per cápita entre 48,770 y 51,000 dólares, son conocidos por sus economías diversificadas, alta calidad de vida y sistemas de bienestar social robustos. Japón: con un PBI per cápita de 31,111 dólares, Japón es altamente industrializado, con una economía avanzada basada en tecnología e innovación.
ANÁLISIS DE PAÍSES SUBDESARROLLADOS:
Uruguay con 19,712 dólares, Chile con 15,939 dólares, son las economías más fuertes de América Latina, pero aún enfrentan desafíos para alcanzar niveles de países desarrollados. México y Argentina con alrededor de 13,070 dólares, ambos países muestran un desarrollo económico significativo, pero también presentan desigualdades y problemas estructurales.
Países con menor PBI per cápita, Brasil, Con 8,972 dólares, a pesar de ser una de las mayores economías de América Latina, enfrenta grandes desafíos en términos de desigualdad y pobreza. Perú con 6,884 dólares, muestra un desarrollo moderado pero insuficiente para clasificar como una economía avanzada. Bolivia y Venezuela: Con 3,481 y 2,897 dólares respectivamente, estos países enfrentan graves crisis económicas y sociales que afectan su competitividad y desarrollo.
En lo que compete la región Moquegua: Con un PBI per cápita de 4,051 dólares, la región se clasifica como «pobre». Esto resalta la disparidad dentro del propio Perú y la dependencia de sectores específicos como la minería.
¿Qué países son más Competitivos? Suiza, Noruega, Singapur, Estados Unidos: Estos países no solo tienen altos PBI per cápita, sino que también poseen infraestructuras avanzadas, sistemas educativos de alta calidad, y fuertes sectores de investigación e innovación.
Los menos competitivos en América Latina (excepto Chile y Uruguay), aunque muestran signos de desarrollo, la competitividad se ve afectada por problemas de desigualdad, corrupción y políticas económicas inestables. Venezuela y Bolivia son los menos competitivos debido a las crisis económicas, políticas y sociales persistentes.
La competitividad de un país está fuertemente correlacionada con su PBI per cápita. Los países desarrollados como Suiza, Noruega y Singapur lideran en términos de competitividad debido a su estabilidad económica, infraestructura avanzada y sistemas de bienestar robustos.
En contraste, los países subdesarrollados, particularmente en América Latina y otras regiones, enfrentan desafíos significativos que limitan su competitividad. Para mejorar, estas naciones deben abordar problemas estructurales, mejorar la educación y la infraestructura, y fomentar políticas económicas estables y sostenibles.