POR: MAG. JAIME CARPIO BANDA
Aunque una mayoría de usuarios percibe el servicio como potable, los indicadores técnicos del INEI revelan una realidad distinta. La medición del cloro residual en Arequipa evidencia un retroceso en la seguridad microbiológica del agua distribuida, con riesgos sanitarios crecientes para la población. INEI MicroDatos – [Gráfico 1]
Desde una perspectiva técnica de distribución y control de calidad del agua potable, los resultados sobre cloro residual libre muestran una situación preocupante y con tendencia al deterioro. En el primer periodo analizado, solo el 42,0 % de las muestras registró un nivel considerado seguro, igual o superior a 0,5 miligramos por litro (mg/L). En el segundo periodo, esta proporción se redujo de manera significativa a 36,1 %, lo que confirma una pérdida de capacidad del sistema para asegurar la desinfección continua del agua en la red.
Esta disminución afecta especialmente a los puntos más alejados del sistema, con mayores tiempos de retención y redes con menor control operativo, donde la protección microbiológica resulta más frágil.
AUMENTO DE CLORACIÓN INADECUADA
De forma paralela, se registra un incremento de los casos con dosificación inadecuada de cloro, que pasan de 23,5 % a 28,0 %. Este comportamiento refleja deficiencias en el ajuste operativo del proceso de cloración, asociadas a variaciones en la demanda, fallas en equipos dosificadores o insuficiente control diario del sistema.
Más crítico aún es el aumento del porcentaje de agua sin cloro residual, que se incrementa de 34,5 % a 35,8 %. Esta condición expone directamente a la población a riesgos microbiológicos, al no garantizar la inactivación de patógenos en la red de distribución.
El número de respondientes, que asciende a 1 465 y 1 444 en los periodos evaluados, otorga solidez estadística a la comparación y confirma que el problema no es aislado ni circunstancial, sino de carácter estructural.
RIESGO SANITARIO PERSISTENTE
En términos sanitarios, los datos indican que más del 60 % del agua distribuida en Arequipa no alcanza niveles adecuados de cloro residual. Aunque una parte del sistema cumple con los estándares, la mayoría presenta ausencia o insuficiencia de desinfección, lo que compromete la seguridad del servicio.
Frente a este escenario, resulta imprescindible fortalecer el control operativo de la cloración, mejorar el monitoreo continuo en la red y priorizar intervenciones en los sectores con ausencia total de cloro, con el objetivo de garantizar agua verdaderamente segura para la población.
AREQUIPA CONFÍA EN SU AGUA:93,8 % AFIRMA QUE ES POTABLE
Los resultados de percepción ciudadana sobre el agua potable en Arequipa muestran un escenario mayoritariamente favorable. Sin embargo, el análisis técnico advierte que, pese a la alta aceptación del servicio, subsisten focos de riesgo que requieren atención para garantizar una cobertura plenamente confiable.
Desde una perspectiva técnica de distribución y calidad del agua potable, los resultados evidencian una situación positiva. En 2023, el 93,8 % de los encuestados manifestó que el agua que consume es potable, porcentaje que en 2024 se incrementa ligeramente a 94,0 %. Este avance marginal sugiere estabilidad en los sistemas de tratamiento, control y distribución, así como continuidad en los procesos de cloración y monitoreo de calidad.
No obstante, resulta relevante que alrededor del 6 % de la población continúe percibiendo que el agua no es potable. Aunque se trata de un grupo minoritario, representa un riesgo sanitario potencial, generalmente asociado a intermitencias del servicio, deterioro de redes, almacenamiento domiciliario inadecuado o deficiencias en el control de calidad en los puntos finales de la red.
El incremento en el número de respondientes, que pasó de 1 278 en 2023 a 1 287 en 2024, refuerza la validez comparativa de los resultados y respalda la consistencia de la percepción registrada. INEI MicroDatos – [Gráfico 2]
