POR: JULIO FARFÁN VALVERDE
Mediante un comunicado emitido el 31 de enero de 2025, el Sindicato de Trabajadores de EsSalud – CUT Base Moquegua rechazó de manera categórica el Memorando Circular N° 015-DRAMOQ-ESSALUD-2025, emitido el mismo día por el director de la Red Asistencial Moquegua, Jorge Castro Torres.
Este documento, dirigido con carácter de urgencia a todas las dependencias de la región, sugería y recomendaba a los trabajadores de EsSalud abrir una cuenta sueldo en el banco Scotiabank, anexando incluso el formato correspondiente para gestionar el cambio. Este “suertudo” banco, sin explicación aparente, habría sido favorecido por esta disposición.
El CUT Base Moquegua exigió con urgencia que la Dirección de la Red coordine con el nivel central de EsSalud en Lima, para que la Gerencia Central de Gestión de Personas aclare de manera precisa y exprese las razones detrás de esa recomendación de Jorge Castro Torres para que los trabajadores abran sus cuentas en Scotiabank.
La Unidad de Investigación de Prensa Regional consultó a representantes de entidades financieras en Moquegua y a abogados laboralistas, quienes coincidieron en que la normativa sobre cuentas sueldo es clara y precisa: ningún empleador puede influir ni condicionar la elección de una entidad bancaria para el pago de remuneraciones. Sin embargo, el memorando firmado por el director Jorge Castro Torres claramente direccionaba a favor de Scotiabank, instando a los empleados a aperturar o trasladar su cuenta sueldo a dicho banco.
Pero el sindicato no se quedó de brazos cruzados. Gracias a su reclamo, el 3 de febrero de 2025, desde la sede central de EsSalud ordenaron dejar sin efecto el controvertido Memorando Circular N°015, emitiendo en su reemplazo, el mismo Jorge Castro Torres, el memorando Circular N°016-DRAMOQ-ESSALUD-2025, el cual anuló la disposición tras solo tres días de vigencia.
Ahora, EsSalud Central debería sancionar a los funcionarios responsables de esta grave irregularidad, que atentó contra la libertad de elección del trabajador. Además, persiste la gran interrogante: ¿Qué tipo de beneficios recibieron o esperaban recibir quienes impulsaron esta decisión, que claramente favorecía a Scotiabank, a costa de los derechos de los servidores?
