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16 septiembre, 2024 1:53 pm

Sáenz Peña en Ilo

La tarjeta de Ilo, finamente gravada también, con la inscripción: «Gratitud del pueblo de Ilo al coronel argentino y general peruano Roque Sáenz Peña. 1880—1905», entregada por el alcalde Cayetano Garibaldi, diciéndole que era “la voluntad general de un pueblo agradecido, pues las deudas de gratitud no se pagan nunca”.

POR: GUSTAVO VALCÁRCEL SALAS   

El 15 de setiembre de 1905 se anunciaba en el semanario La Reforma de la ciudad de Moquegua, el próximo arribo de Roque Sáenz Peña al puerto de Ilo en tránsito a Lima, donde asistiría a la inauguración del monumento a Bolognesi en la condición de especial invitado porque después de combatir en Tarapacá fue uno de los valerosos sobrevivientes de la epopeya del Morro.

El periódico proponía que la municipalidad moqueguana encabezara una suscripción popular para obsequiarle una tarjeta especial, que expresara la gratitud del pueblo al héroe argentino, testigo privilegiado de que Bolognesi luchó hasta quemar el último cartucho.

Manuel Bernardo Caro, profesor del Colegio Nacional de La Libertad, en este semanario del 30 de octubre le dedica un extenso y felicitado artículo de bienvenida a su llegada al puerto. Sáenz Peña, procedente de Buenos Aires a bordo de la embarcación Guatemala, amaneció en Ilo el día 3 de noviembre.

Las calles y casas del puerto fueron embanderadas; se adornó el muelle y todas las pequeñas embarcaciones surtas en la bahía lucían la bandera peruana junto a la argentina.

Sáenz Peña, que vestía el uniforme del ejército peruano, a las 8:30 hizo trasbordo al vapor Iquitos que lo conduciría al Callao. Los botes repletos de gente escoltaban al general en su trayecto al trasbordo, dando entusiastas vivas a Sáenz Peña, al Perú y Argentina.

No bien pone pie a bordo, donde lo esperaban el comandante del buque capitán Caballero Lastres y el comandante Bolognesi, descendiente del héroe, fue saludado desde el puerto con una salva de 21 cañonazos.

Una vez en el Iquitos, llegan dos comisiones a saludarlo, de Ilo y Moquegua, a entregarle las respectivas tarjetas de oro que le obsequiaban estos pueblos. La delegación moqueguana estaba integrada por el doctor Daniel Becerra Ocampo, Ricardo Tamayo, Carlos Arturo Vélez y Luis Torres Angulo; la de Ilo, por Cayetano Garibaldi italiano residente varios años, Augusto Díaz Peñaloza, Diego Buenaño y Manuel Ponce de León.

El semanario informaba que la tarjeta de Moquegua llevaba grabada el escudo peruano adornado con brillantes y piedras preciosas y, en caracteres cincelados con elegante caligrafía, la dedicatoria: «Moquegua al general Roque Sáenz Peña, 7 de junio de 1880—1905». Le fue entregada por el doctor Daniel Becerra en representación del prefecto de la provincia coronel Canseco, y en medio de un discurso, entre otras cosas, le dijo “los hijos de Moquegua quieren que a vuestro paso por sus playas llevéis este modesto recuerdo como homenaje de un pueblo agradecido que os respeta y os ama”.

La tarjeta de Ilo, finamente gravada también, con la inscripción: «Gratitud del pueblo de Ilo al coronel argentino y general peruano Roque Sáenz Peña. 1880—1905», entregada por el alcalde Cayetano Garibaldi, diciéndole que era “la voluntad general de un pueblo agradecido, pues las deudas de gratitud no se pagan nunca”.

El general argentino dijo “que sus servicios prestados al Perú habían sido muy pequeños, que no merecían los inmensos favores de que se le colmaba”.

También le alcanzaron telegramas enviados por el subprefecto, el presidente de la Junta Departamental, del presidente del Club Progreso, del alcalde, de la señora Jesús Fajardo viuda de Zapata a nombre de las damas de Moquegua, así como la nota impresa del doctor Manuel Bernardo Caro “brillante artículo repartido profusamente en hojas sueltas en IIo y a bordo del Iquitos”.

Especialmente significativa fue la entrega que hicieron a Sáenz Peña de una carta del mayor Manuel Zeballos Eyzaguirre, sobreviviente de Arica, que fue subalterno del valiente general argentino en el histórico Morro.

El Iquitos zarpó ese día de Ilo a las 11,30, acompañaron al general Sáenz Peña en su viaje al Callao Manuel M. Forero, cónsul del Perú en Iquique; el vate tacneño José María Barreto, director de «La Voz del Sur»; y Marcial Helguero y Paz Soldán, cronista de «El Comercio».

Una vez en Lima el 6 de noviembre, en medio de una imponente ceremonia, se inauguraba la estatua a Bolognesi del escultor catalán Agustín Querol. Sáenz Peña, vestido con el uniforme de general peruano, mandó la línea compuesta de cuatro mil hombres. El encargado de descorrer el velo que cubría el monumento, fue nuestro paisano Manuel Camilo de la Torre, uno de los oficiales sobreviviente de la batalla de Arica.

Roque Sáenz Peña sería elegido presidente de Argentina cinco años después.

Inauguración del monumento a Francisco Bolognesi. Lima, 6 de noviembre de 1905. El moqueguano Manuel C. de la Torre tuvo el honor de correr el velo que lo cubría. Lima, 1905 – Foro Peruano de las Artes

Análisis & Opinión