POR: SALOMÓN QUISPE LLANQUI
Desde 2004 hasta el primer trimestre de 2025, la región Moquegua ha recibido más de S/ 8,738 millones (ocho mil setecientos treinta y ocho millones de soles) por concepto de canon y regalías mineras. Sin embargo, apenas se ha ejecutado el 63% de dichos fondos.
A pesar de las transferencias millonarias, los sectores más sensibles como salud, educación y saneamiento siguen relegados. Esta nota analiza el origen, uso y destino de los recursos públicos en Moquegua y pone sobre la mesa la brecha entre ingresos y verdadero desarrollo regional.
RÍOS DE DINERO PARA TODO MOQUEGUA
Según los registros, el Gobierno Regional (GORE) de Moquegua y los Gobiernos Locales han recibido en conjunto S/ 8,738,980,020 (ocho mil setecientos treinta y ocho millones novecientos ochenta mil veinte soles) desde 2004 hasta 2025-I. De ese total, S/ 1,554 millones fueron transferidos al GORE y S/ 6,758 millones a los municipios.
Sin embargo, solo se han invertido efectivamente S/ 5,508 millones (cinco mil quinientos ocho millones de soles) en proyectos. Es decir, hay una diferencia no ejecutada de S/ 3,190 millones, lo que representa una gran brecha entre lo recibido y lo efectivamente transformado en obras y servicios públicos.
La ejecución relativa de los Recursos Determinados (RD) es baja: el Gobierno Regional ha ejecutado apenas el 38.9%, y los Gobiernos Locales, el 37.1%. Estos datos evidencian una limitada capacidad de gasto efectivo, especialmente en el uso de fondos destinados específicamente a inversión pública.
MUCHO INGRESO, POCA INVERSIÓN
Moquegua ha invertido apenas el 1.78% de la inversión pública nacional entre 2005 y 2025-I. Aunque este monto representa los S/ 5,508 millones ejecutados, sigue siendo inferior a lo recibido por canon y regalías. La pregunta ciudadana es inevitable: ¿dónde está la diferencia de más de S/ 3,100 millones?
A nivel de ejecución por tipo de gobierno, el panorama también es desigual. Según la fuente de canon y regalías:
- Gobierno Nacional: ejecutó solo el 20.1%
- Gobierno Regional de Moquegua: 29.1%
- Gobiernos Locales: 50.8%
Aunque los municipios muestran un mayor nivel de ejecución relativa, la cifra sigue siendo insuficiente frente a las demandas sociales y de infraestructura de la región.
¿DEPENDENCIA POR RECURSOS ORDINARIOS MÁS QUE POR CANON MINERO?
La estructura del gasto público revela una alta dependencia de los Recursos Ordinarios (RO) y de los Recursos Determinados (RD). En detalle:
- Gobierno Nacional: financia el 61.1% del gasto en Moquegua con RO (Tesoro Público), mostrando su rol centralizado en proyectos estratégicos.
- Gobierno Regional de Moquegua: tiene una estructura más diversificada, pero sigue siendo dependiente, con 46.7% de su presupuesto financiado por RO y 37.8% por RD.
- Gobiernos Locales: dependen en un 89.6% de los RD (canon y regalías). Apenas 2.7% de sus recursos vienen del Tesoro (RO), y solo 1.5% de Recursos Directamente Recaudados (RDR), lo que muestra su escasa capacidad de generar ingresos propios.
¿EN QUÉ SE NOS VA EL DINERO?
¿Cómo ha sido el gasto público en la región Moquegua? ¿Cuáles han sido los sectores mayormente “favorecidos”?
El análisis sectorial de la inversión pública acumulada en Moquegua muestra una fuerte concentración en infraestructura vial: Transporte y Comunicaciones con 32.5% del total, lidera claramente el gasto.
En segundo lugar, el sector Agropecuario: 18.6%, principalmente en zonas rurales.
La siguen Educación: apenas 12.3%, Salud: ínfimo 2.2%, Saneamiento: 4.4%
Estos porcentajes revelan una tendencia de priorización en infraestructura vial, sin acompañamiento suficiente en sectores clave para el desarrollo humano. La baja inversión en educación, salud y saneamiento es especialmente preocupante para una región que aún presenta brechas sociales en zonas periurbanas y rurales.
Otras categorías como Planeamiento y contingencias (8.2%) y Otros sectores (15.3%) completan el cuadro de distribución del gasto.
RIQUEZA MAL GESTIONADA
Prioridad mal enfocada: las autoridades del gobierno regional y de las municipalidades del departamento de Moquegua, han favorecido sistemáticamente la inversión en infraestructura vial, lo cual dinamiza la economía, pero no garantiza un desarrollo equitativo ni sostenible. Además, muchos proyectos viales han presentado fallas técnicas o problemas de ejecución.
Subinversión estructural en derechos básicos: salud, educación y saneamiento han sido relegados, a pesar de su vínculo directo con el bienestar poblacional y el desarrollo humano.
Falta de equilibrio sectorial: la región requiere una infraestructura social sólida que acompañe a la física. Es indispensable que desde 2025 se apueste por cerrar brechas estructurales que llevan más de 20 años sin resolverse.