El administrador del albergue de niños María Inmaculada, César Loarte Cueva, denunció que el tránsito constante de camiones cisterna y maquinaria pesada en el sector El Tambeñito, cerca del centro de acogida, viene generando nubes de polvo que afectan la salud de los menores y del personal que habita en el lugar.
“El polvo entra todos los días al albergue. Aquí preparamos alimentos y respiramos tierra todo el tiempo. Nadie hace nada”, declaró Loarte, quien aseguró haber presentado documentos desde mayo a la Municipalidad Provincial de Islay, sin recibir respuesta.
INACCIÓN Y RIESGOS
El denunciante señaló, en su reiterada denuncia, que en la zona operan cocheras sin licencia donde se extrae material de desmonte, y recordó que recientemente se produjo un incendio en uno de estos locales. “Puede volver a pasar una desgracia. Nadie fiscaliza, ni la municipalidad ni la policía”, advirtió.
Además, indicó que los camiones cisterna que ingresan o salen del terminal de Petroperú estacionan en los márgenes de la vía, generando congestión y más polvo. “No sabemos si el alcalde o el gerente de Medio Ambiente han venido alguna vez a ver cómo vivimos”, expresó.
ANUNCIAN ACCIONES LEGALES
Ante la falta de respuesta, Loarte informó que, junto con su abogado, presentará una denuncia ante la Fiscalía de Prevención del Delito por contaminación ambiental y afectación a la salud.
“Esto ya es un delito. Se está dañando la propiedad privada y poniendo en riesgo a los niños. Pedimos la intervención inmediata del municipio, la Policía y la Subprefectura”, señaló al tiempo de precisar que vecinos de la Asociación Rosa Mora de García también sufren los estragos del excesivo polvo.
