Con una pequeña pero significativa ceremonia llevada a cabo el día de ayer sábado en el ex Parque del Maestro, se recordó el aniversario del nacimiento del luchador social y fundador del Sindicato Único de Trabajadores de la Educación del Perú (SUTEP) Prof. Horacio Zeballos Gámez.
Un 20 de marzo del año 1943 nació en Carumas el reconocido docente, poeta, escritor y político, quien dejó un legajo por su mística de trabajo en bien de las justas reivindicaciones del magisterio moqueguano.
EL SUTEP base Moquegua en coordinación con el Colegio de Profesores, familiares, entre otras instituciones llevaron a cabo la colocación de ofrendas florales al busto de Horacio Zeballos Gámez que se encuentra en el lugar.
Durante las intervenciones de los invitados, señalaron que el líder moqueguano falleció a los 42 años de edad y se le recuerda por su lucha consecuente en la década del 70 con las huelgas que se hacía contra el Gobierno de ese entonces por los derechos y mejores condiciones de vida, educación y salud para los profesores.
Cursó estudios secundarios en el Colegio Nacional La Libertad de Moquegua. Estudió en la Universidad Nacional de San Agustín y llegó a ser dirigente de su centro federado.
Participó en el Primer Congreso Nacional del Magisterio Peruano. El día 6 de julio, en que se celebra el Día del Maestro, se fundó el SUTEP, en tal fecha fue elegido su primer secretario general.
Luchó por la reivindicación del maestro en tiempos de la dictadura militar, y se opuso a Juan Velasco Alvarado a pesar de la Reforma Educativa y la formación de cooperativas magisteriales, que prestaban a sola firma. Se opuso también a los cambios del velasquismo, por su ideología maoísta. A consecuencia de ello, fue internado en el SEPA (1973) donde publicó su libro de poemas de la prisión. Fue un innato luchador por las causas sociales durante el gobierno de Fernando Belaunde y el gobierno militar. En 1980 fue elegido diputado por Arequipa.
Horacio Zeballos escribió artículos y poesía. Entre sus obras figuran “Alegrías de la prisión”, “Pluma esclava”, “El eco de mi voz”, “Los esclavos de corbata”, entre otras.
