POR: ENRIQUE RIVERA SALAS
Antes de empezar esta nota periodística, debo pronunciar una parte del libro Educando Valores, que dice:
Sobre la gratitud: agradecer significa encontrar un motivo para dar gracias, y encontrarlo es posible si tenemos los ojos bien abiertos y el corazón despierto para descubrir los miles de gestos que nos brindan los demás a todas horas. Todo esto se llama gratitud.
Hoy nos vamos a ocupar del recordado Luis Felipe Barboza Pareja, que fue profesor de Educación Física en el glorioso Colegio Nacional Deán Valdivia, alma mater de la provincia de Islay allá por los años 60 y 70 del siglo pasado. Fue promotor de varias disciplinas, desde atletismo hasta fútbol, básquet, vóley y otros deportes, sacando selección del colegio en las diferentes disciplinas.
“Don Lucho”, como lo llamaban, era periodista, siendo corresponsal del diario La Prensa de Lima, y tuvo el honor de presentar un suplemento especial con motivo del aniversario de Mollendo. Por dicha acción, el director de La Prensa fue distinguido.
Colaboró por años con las llamadas Colonias Climáticas de Arequipa que organizaba el Cuerpo de Paz de los EE. UU. En los meses de verano, se instalaban junto al Castillo Forga.
En Radio Mollendo y Radio Bahía tuvo a su cargo varios programas. Entre ellos recordamos: El Mundo Sigue su Marcha, El Mundo de los Deportes, como también el programa Corazón, que llegaban a todas las familias mollendinas y del valle de Tambo.
Fue profesor del colegio Iquitos, que se ubica más abajo de la UGEL.
Le hizo un pedido al alcalde de ese entonces: que haga el estadio municipal, y que no se olvide de construir la pista atlética, que la consideraba de mucha importancia para la juventud mollendina.
En esos tiempos fue maestro de ceremonia en todos los actos deportivos y actos oficiales.
Es necesario que la Municipalidad Provincial de Islay, para recordarlo, disponga colocar a una de sus calles su nombre, en señal de gratitud del pueblo de Mollendo por la labor efectuada.
Don Luis Felipe Barboza Pareja nació el 12 de octubre de 1912 en Cajatambo, departamento de Lima, y falleció el 30 de diciembre de 1982, a los 70 años, en Mollendo.
Sus restos mortales descansan en el cementerio de Mollendo, en un mausoleo que construyó un Comité de Damas de Mollendo.
