Por: Enrique Rivera Salas (Periodista Colegiado)
Hoy recordamos 100 años del nacimiento de Raúl Núñez del Carpio, quien nació el 24 de febrero de 1923, en el distrito de Mejía.
Egresó en 1944 de la Escuela Técnica de la Marina de Guerra del Perú.
Ocupó dentro de otros cargos el de jefe de Comunicaciones del Palacio de Gobierno.
Desde 1951 a 1959 ocupó la Jefatura de la Oficina de Comunicación de la Capitanía Mollendo Matarani.
Fue condecorado con el grado de “Caballero” por el contralmirante AP Víctor Arenas Thornety.
Fue fundador de la Academia Comercial “Mollendo”, siendo el Primer Centro de Estudios Superior de la provincia de Islay, habiendo formado varias generaciones en las especialidades mecanografía, redacción comercial, inglés, ortografía y taquigrafía.
Fue director de Radio “Mollendo” la primera emisora de Mollendo.
Como autor y compositor merece resaltar la creación de los himnos de los distritos de Islay (Matarani), Mejía y el himno de la Asociación Nacional Pro-Marina.
Además, fue compositor de las canciones “Somos Mollendo”, “Mejía”, “Mi Adorada Madre”, “Los Guardacostas”, “Los Submarinistas”, “Los Portuarios”, “Como una Visión”, “Frente al Mar”, y otras composiciones, habiendo sido socio de la APDAYC.
Como periodista ha sido vicepresidente del Círculo de Periodistas en el año 1959, estuvo inscrito en el Colegio de Periodistas del Perú y llegó a obtener decenas de reconocimientos, diplomas y trofeos que perduran aun en la familia.
Como deportista fue socio de la Sociedad de Tiro “Alfonso Ugarte” donde destacó en tenis de mesa, pingpong, tiro al blanco, bowling, bochas, llegando a obtener varios títulos a nivel nacional.
Raúl falleció un 3 de octubre del 2008, sus padres fueron don Amador Núñez y doña Lucrecia del Carpio. Se casó con doña Nora Perea Ortega con quien tuvo seis hijos; Raúl, Amador, Amparo, Antonio (fallecido), Luis Fernando y Luz Marina. Hoy habrá una misa a las 6:30 p.m. en la Iglesia de la Inmaculada Concepción de Mollendo.
Pero yo nunca me cansaré de decir: “Los seres queridos no se mueren cuando dejan de existir; sino cuando se les olvida”