POR: ARNULFO BENAVENTE DÍAZ
La palabra «crear» tiene varios significados. Veamos algunas interpretaciones importantes de esta palabra:
Producir algo nuevo: Crear puede referirse al acto de producir, inventar o generar algo nuevo que no existía previamente. Por ejemplo, un artista puede crear una obra de arte, un escritor puede crear una historia o un inventor puede crear un nuevo producto.
Dar origen o inicio a algo: Crear también puede significar dar origen o inicio, como el acto de iniciar una empresa, una organización o un proyecto. En este sentido, crear implica establecer algo desde cero.
Imaginar o concebir algo: Crear puede implicar el acto de imaginar, concebir o idear en la mente. Puede referirse a la capacidad de generar ideas, conceptos o soluciones innovadoras.
Crear también puede implicar el acto de dar vida, forma o estructura a algo. Puede referirse a la acción de materializar una idea o un concepto.
En realidad, «crear» puede significar producir, dar origen, dependiendo del contexto en el que se utilice.
La palabra «crear» tiene su origen en el latín «creare», que significa «producir, engendrar, hacer nacer». La etimología de la palabra «crear» se remonta al latín clásico y está relacionada con conceptos de generación, producción y origen.
En la antigua Roma, el verbo «creare» se utilizaba para describir el acto de engendrar, producir o hacer surgir algo nuevo. Con el tiempo, el significado de la palabra se amplió para incluir la idea de dar origen a algo, tanto en un sentido físico como metafórico.
La palabra «crear» ha mantenido su significado fundamental a lo largo de los siglos y se ha utilizado en diversos contextos para expresar la acción de producir, inventar, originar o dar forma a lo nuevo. Su etimología latina refleja la idea de dar vida, generar o hacer nacer, lo que resuena con su significado actual en varios idiomas.
Es difícil crear lo nuevo, nunca antes visto, porque existe las neuronas espejos en los cerebros que hace imitar todo lo observado.