POR: CARLOS CARPIO MONTOYA
Si Flora Tristán regresara de viaje y quisiera volver a desembarcar en el puerto Santa Rosa de Islay, quedaría asombrada, pues que en su lugar está el amarradero “F” de Tisur; Flora Tristán llegó a nuestra tierra en 1838 y en su obra “Peregrinaciones de una Paria” al referirse a nuestro puerto comentaba:
“Islay no tiene muelle todavía y el desembarque es por lo menos tan difícil como en la playa”, “sin embargo el puerto prospera en forma sorprendente”, “después de 6 años de existencia Islay tenía de 1000 a 1200 habitantes por lo menos”, “el puerto de Islay, mejor situado que el de Arica, ha absorbido todos los negocios. Si continúa prosperando, como sucede desde hace 6 años, podrá tener cuatro o cinco mil habitantes. Pero la esterilidad del territorio será por mucho tiempo un obstáculo para su crecimiento mayor. Enteramente privado de agua, carece de árboles y vegetación de cualquier especie”.
Haciendo un poco de historia, la provincia de Islay recién fue creada en 1862 con tres distritos: Islay- puerto mayor como capital, Quilca y Tambo. El 3 de enero de 1879, tres meses antes de iniciarse la guerra del Pacífico se reformula geográficamente nuestra provincia con tres nuevos distritos en lugar de los anteriores, Quilca pasó a formar parte de la provincia de Camaná, desaparece el puerto de Islay por su traslado a Mollendo y los nuevos distritos son Mollendo como capital, Punta de Bombón y Cocachacra; posteriormente en 1920 se eleva a distrito el balneario de Mejía, en 1952 nace el distrito de Deán Valdivia y finalmente el 13 de octubre de 1980 se reivindica al distrito de Islay, conocido como Matarani, a base del que fuera barrio “Primero de Mayo” y del puerto que reemplaza a Mollendo alrededor de 1950.
A 178 años después de su visita, los augurios de Flora Tristán se cumplieron en demasía, pues el puerto mayor de Santa Rosa de Islay renace con el primer cargamento de prueba en el amarradero “F” de Tisur (*), logrando embarcar con éxito 5000 TM de concentrado de cobre de Sociedad Minera Cerro Verde, y hoy convertido en el principal soporte logístico para las mineras del sur del país, como diría Flora “el puerto prospera en forma sorprendente”.
(*) El puerto Santa Rosa de Islay conservó la categoría de Puerto Mayor hasta 1876; para fines de 1878 aún quedaban 57 vecinos, todos viejos, que solicitaban mantener la presencia de un sacerdote para no quedar abandonados espiritualmente.