POR JORGE ACOSTA ZEVALLOS
Tras décadas de espera, el puerto de Ilo volvió a mirar el futuro con esperanza. El Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) presentó el perfil de proyecto para el mejoramiento del terminal portuario, una propuesta que contempla una inversión de S/ 752.8 millones (setecientos cincuenta y dos millones ochocientos mil soles) con el objetivo de elevar la competitividad logística de Moquegua y del sur peruano. La entrega del documento al Gobierno Regional de Moquegua (GORE) se realizó en medio de vítores, aplausos y gestos de cordialidad entre el titular del MTC y la gobernadora regional.
Según lo detallado, el proyecto duplicaría la capacidad de movilización del puerto, pasando de 818,000 toneladas métricas en su primer año a 1 millón 640,000 toneladas para el 2030. El nuevo terminal incluiría un espigón en forma de “L” y un rompeolas de escollera, diseñado para atender carga fraccionada, graneles sólidos limpios y carga general. Además, ofrecería servicios modernos de embarque, desembarque, transbordo, almacenamiento y amarre de naves.
INESTABILIDAD POLÍTICA Y RIESGO DE PARALIZACIÓN
Sin embargo, en el Perú, la estabilidad política es una quimera. El ministro que impulsó el proyecto y la presidenta que lo respaldó ya no están en funciones. El nuevo gobierno demorará su gestión, y todo indica que el estudio definitivo será postergado a una fecha indefinida.
En el mapa de las probabilidades, pocos calcularon que estábamos ante la seria amenaza de un régimen desacreditado, repudiado y sometido a un Congreso que ha impuesto a un presidente afín a sus intereses. El escenario se torna aún más complejo al ingresar a una etapa electoral, donde la intención de quienes hoy gobiernan parece ser perpetuarse, dirigiendo la barca del país hacia sus propios fines.

SUEÑOS REPETIDOS Y PROMESAS INCUMPLIDAS
No sería la primera vez que los sueños de modernización portuaria se frustran. Ocurrió con Fujimori y sus acuerdos bilaterales con Paz Zamora, que dieron origen al proyecto Bolivia Mar, la zona franca industrial y las facilidades portuarias para el comercio exterior boliviano.
Sucedió con Toledo y la construcción de la Carretera Interoceánica Sur, un megaproyecto vial que conecta el estado de Acre en Brasil con Ilo. También con Alan García y su Declaración de Ilo junto al país altiplánico. Con Humala, no hubo avances significativos. Y en el gobierno de Vizcarra, apenas se rehabilitó el muelle de ENAPU en sus pivotes, rampa y viga mandil.
LO QUE FALTA PARA HACERLO REALIDAD
A pesar del panorama incierto, hay una luz al final del túnel. Al perfil del proyecto debemos exigirle la elaboración del estudio definitivo, gestionar el abrigo portuario con financiamiento directo o mediante obras por impuestos, y colocar en agenda el Plan Maestro que determine de dónde provendrá la carga que hará viable el terminal.
Es difícil imaginar que el inexperto José Jeri lo impulse, por lo que Ilo debe exigir que este tema figure en la agenda de los candidatos. ¿Qué nos queda? Lo cierto es que Ilo necesita salir con urgencia del pozo.
CIFRAS Y COMPARATIVOS PORTUARIOS
Según estimaciones de Infobae e IA Ilo (ENAPU + SPCC), en lo que va del año el puerto moviliza poco más de un millón de toneladas métricas, una cifra baja si se compara con otros terminales: Callao (DP World + APM) con 23 millones de TM, Matarani (Tisur) con 6 millones, Paita (Terminales Portuarios Euroandinos) con 4.5 millones y Chancay (Cosco Shipping) con 1.2 millones.
Aun así, creemos que Ilo tiene potencial de crecimiento. Por eso, seguimos apostando por un futuro mejor del puerto.