POR: DR. JAIME CALLALLA MAMANI
Durante el período enero a agosto de 2025, la producción nacional acumulada de cobre alcanzó 1 millón 807 mil toneladas métricas finas (TMF), según cifras del Ministerio de Energía y Minas (MINEM). El resultado muestra un buen desempeño general, pese a un contexto internacional de precios volátiles y desafíos logísticos en algunas zonas mineras.
La producción cuprífera peruana se encuentra concentrada principalmente en cuatro regiones: Moquegua, Apurímac, Arequipa y Áncash, que en conjunto aportan más del 61% del total nacional, confirmando la predominancia del eje sur andino como núcleo del cobre peruano.
En total, el 70% de la producción proviene de solo seis regiones, lo que refleja una alta concentración geográfica y empresarial. Este patrón confirma la relevancia estratégica del corredor minero del sur, que continúa siendo el centro de la producción cuprífera nacional.
A agosto de 2025, el distrito de Torata (Moquegua) encabeza la producción nacional con 18% del total, consolidando a Southern Peru Copper Corporation (SPCC) como líder histórico del sector.
Le sigue Challhuahuacho (Apurímac) con 15.4%, aunque su crecimiento se ha visto limitado por paradas técnicas y conflictos sociales puntuales.
En tercer lugar, Yarabamba (Arequipa) registra 15% del total nacional, ratificando la solidez operativa de Cerro Verde, que mantiene niveles estables tras la optimización de su planta concentradora.
En contraste, distritos como Tinyahuarco (Pasco), San Pedro de Coris (Huancavelica) y Lurigancho (Lima) muestran producciones marginales menores al 1%, asociadas a operaciones polimetálicas o de escala mediana.
En conjunto, los siete primeros distritos mineros concentran el 85% de la producción nacional de cobre, confirmando la enorme concentración productiva y estratégica de estas operaciones.
Cuatro distritos —Torata, Challhuahuacho, Yarabamba y San Marcos— representan casi el 61% del total nacional, lo que implica alta vulnerabilidad ante conflictos o paralizaciones localizadas.
Pese a esta concentración, las grandes minas mantienen niveles de producción óptimos, sostenidos por la estabilidad operativa y la eficiencia técnica de sus plantas.
Con el volumen acumulado de 1.8 millones de TMF a agosto, el Perú reafirma su posición como segundo productor mundial de cobre.
Si se mantiene el ritmo actual, la producción nacional podría superar los 2.6 millones de TMF en 2025, marcando un ligero crecimiento respecto al año anterior y consolidando la resiliencia del sector cuprífero frente a los retos de coyuntura.


