En la madrugada del 26 de julio, personal de la Beneficencia de Mollendo que realizaba sus labores cotidianas en el cementerio local, se percató de actos vandálicos que habían afectado a varios nichos del recinto.
Según informó Karolin Llaza Flores, presidenta del Directorio de la Beneficencia, al tomar conocimiento del hecho, se realizó de inmediato la constatación policial correspondiente. De los 20 nichos afectados por estos actos vandálicos, la gran mayoría correspondía a nichos de niños, lo cual resultó especialmente preocupante.
En el campo santo y en los pabellones afectados, se pudo observar en el piso rastros de vidrios, estructura de lápidas rotas y dañadas, juguetes de los niños y neonatos, además de fotos regadas en el suelo.
Mientras la policía realiza las investigaciones para determinar a los responsables de este atentado a la tranquilidad de los difuntos, la Beneficencia ha anunciado que, como medida preventiva, elevará los muros que circundan el campo santo. Esta acción busca reforzar la seguridad y evitar que se repitan este tipo de lamentables incidentes.
DATO
Antes de la pandemia, hubo una serie de robos de lápidas de bronce que luego eran vendidas en el mercado negro por su alta demanda.