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22 noviembre, 2024 11:21 am

Por qué votaré por Keiko – Parte II

POR: MANUEL RICARDO PINTO MOSCOSO (mpinto@cee.uned.es)

A lo mencionado se suman estas tres tareas que en mi opinión son imprescindibles de abordar:

  1. La Reforma del Estado, especialmente la Descentralización del Estado y la búsqueda de la eficiencia y de la gestión del mismo; el inicio de un intenso proceso de redistribución de la renta y la riqueza, vía ajustes del sistema tributario y transferencias corrientes directas a la población más necesitada; y la reforma del Poder Judicial y del Ministerio Público para que sean realmente independientes del poder político y que garantía de ello es un Tribunal Constitucional que deberá ser reforzado en sus funciones, igualmente independientes.
  2. Pero hay un gran objetivo al que debería comprometerse de manera indubitable y es a poner en marcha, inmediatamente que asumiera el poder, unos planes provinciales de obras y servicios en todas las provincias del Perú en coordinación con sus autoridades y que al final de su mandato no exista ningún municipio distrital ni Centro Poblado sin los servicios básicos como el abastecimiento de agua potable, de alcantarillado y saneamiento, de alumbrado público, y de hospitales y colegios en todos estos municipios y centros poblados, lo que se justifica por criterios de justicia social y de redistribución de la renta y la riqueza; y la construcción de carreteras locales que conecten los municipios y los centros poblados, especialmente, del interior del país, esto por motivos económicos y de desarrollo. El Perú no puede seguir pasivo ante tantos pueblos sin estos servicios tan básicos para la población y no sólo por razones de justicia y equidad sino también para poder avanzar en el crecimiento económico y alcanzar dentro de unos años el anhelado desarrollo socio económico.
  3. Estos Planes Provinciales urgentes serían diseñados, ejecutados, financiados y controlados por el Gobierno central recogiendo las necesidades transmitidas por las autoridades locales. La idea es ir poco a poco, pero de manera realista, solucionando los problemas más graves que tiene la población de tal manera que en un horizonte de medio y largo plazo poder acometer otras tareas de mayor calado que permitan dar el salto cualitativo a un país con todas las infraestructuras y con todos los bienes y servicios públicos que vienen reclamando con insistencia desde tiempo inmemorial, pero sin resultados positivos. En todo caso, cuando se vaya del Gobierno deje los lineamientos, las bases y las obras en ejecución para que el siguiente gobierno pueda tomar la posta y concluir dichas obras. ¡Ponga en marcha esta revolución de las obras y servicios públicos básicos que los peruanos la apoyaremos decididamente!

Comprométase Sra. Keiko a cumplir estos pocos objetivos y cúmplalos, soluciónelos; al mismo tiempo que gobierna de una manera democrática, transparente, eficaz, eficiente, consensuada y honradamente. Si no puede hacerlo o se ve impedida de hacerlo, como decía, convoque a elecciones.

Ha mostrado en esta segunda vuelta que tiene aparato político, que tiene cuadros técnicos de nivel, que tiene operadores políticos para impulsar y promover la ejecución de las diversas políticas públicas que son necesarias implementar inmediatamente, que están coordinados los técnicos y los políticos, que tienen un Plan de Gobierno con un programa de acciones concretas y que manejan con conocimiento y solvencia profesional los problemas nacionales. Vamos, que se han pateado el país y que lo conocen.

Por otra parte, los peruanos necesitamos recuperar la ilusión en nuestros gobernantes y recuperar el liderazgo en América Latina y el respeto de la comunidad internacional. Los ojos de buena parte del mundo estarán pendientes en quién gobernará el Perú a partir del 28 de julio; y la confianza de la comunidad internacional democrática está puesta en la defensa del Estado de derecho con democracia y con una economía social de mercado como la que tienen los principales países desarrollados del mundo, y también el nuestro. Tiene, asimismo, que emocionar al pueblo peruano, devolverle el optimismo y hacerlo soñar en que otro futuro es posible.

Se me vienen a la memoria las palabras de ese gran líder de la izquierda democrática (la Izquierda Unida IU de los años ochenta) Alfonso Barrantes, “Frejolito”, hoy un gran desconocido para la juventud y craso error político de nuestro país que no honra como debiera a sus grandes hombres y mujeres, quien a la pregunta del periodista “¿Pero usted cree que las cosas están como para que el 85 la izquierda presente una alternativa programática de gobierno? Parece que sólo hay consenso en que usted será el candidato.” Responde Barrantes “Esperemos que ese pronóstico no se cumpla. De lo que se trata es de gobernar un país y tener una organización idónea para ese efecto, con los cuadros políticos, técnicos, profesionales que garanticen un gobierno realmente transformador. No se trata de saltar nomás. Es una responsabilidad.” (En BARRANTES sus propias palabras, 1985, pág. 230). Mayor acierto, realismo político y liderazgo no encuentro.

O cuando señala “Al culminar nuestra exposición, quisiéramos reivindicar, dentro de los criterios de la tolerancia fecunda, el derecho a la discrepancia y, por ende, al pluralismo ideológico y político, y afirmar que el espíritu de peruanidad, que nos anima, prevalece sobre los afanes subalternos del sectarismo y cada vez más nos persuade de que la humildad, y no la soberbia, que el renunciamiento, y no el utilitarismo, que la fe, y no el pesimismo, son indispensables en el esfuerzo trascendente por convertir al Perú en la patria de todos los peruanos.” (Obra citada, 1985, pág. 253) (Los subrayados son míos). Eso es amar al Perú y buscar la unión de los peruanos por sobre todas las cosas e intereses.

¡Si es elegida Sra. Keiko tiene usted la oportunidad de empezar a hacer realidad la Patria de todos los peruanos! Y confío en que lo intentará.

Análisis & Opinión