POR: DR. PH.D. JAVIER FLORES AROCUTIPA
Las ventas mineras de Moquegua crecieron de US$ 1,049 millones (mil cuarenta y nueve millones de dólares) en 2020 a US$ 3,852 millones (tres mil ochocientos cincuenta y dos millones de dólares) en 2024, un aumento acumulado del +267% en cuatro años.
En contraste, Tacna pasó de US$ 1,375 millones (mil trescientos setenta y cinco millones de dólares) en 2020 a US$ 1,742 millones (mil setecientos cuarenta y dos millones de dólares) en 2024, lo que significa un crecimiento de solo +26.6%.
Esto evidencia que Moquegua experimentó un salto exponencial en producción y precios de venta, especialmente a partir de 2022, mientras que Tacna mantuvo niveles más estables.
LA INVERSIÓN DE POSICIONES
En 2020 y 2021 Tacna lideraba las ventas mineras, con Moquegua registrando -23.7% y -14.1% menos, respectivamente.
Sin embargo, a partir de 2022 la situación se revierte:
- 2022: Moquegua supera a Tacna en US$ 398 millones.
- 2023: la diferencia se dispara a +US$ 2,228 millones.
- 2024: la brecha se mantiene alta en +US$ 2,109 millones.
La relación Moquegua/Tacna lo refleja claramente:
- 2020 → 0.76 (Tacna vendía más).
- 2022 → 1.29 (Moquegua supera por primera vez).
- 2023 → 2.58 (Moquegua vende más del doble).
- 2024 → 2.21 (liderazgo sólido).
En el promedio del quinquenio, Moquegua vendió 1.55 veces más que Tacna, es decir, +55.5% acumulado.
VENTA ACUMULADA 2020–2024
- Moquegua: US$ 11,713 millones (once mil setecientos trece millones de dólares).
- Tacna: US$ 7,533 millones (siete mil quinientos treinta y tres millones de dólares).
La ventaja absoluta de Moquegua fue de más de US$ 4,180 millones (cuatro mil ciento ochenta millones de dólares) en cinco años.
Entre 2020 y 2024, Moquegua se consolidó como la región con mayores ventas de cobre en el sur del Perú, con un crecimiento que pasó de leve en 2022 a contundente en 2023–2024.
Tacna, pese a mantener estabilidad, no acompañó el ritmo de expansión. Sin embargo, la paradoja está en que los ingresos por canon y regalías no reflejan este liderazgo productivo, lo que revela una distorsión normativa y fiscal que desfavorece a Moquegua a pesar de su mayor aporte económico al país.