POR: YONI MAMANI CENTENO
A ocho días de habérseles detectado que están infectados con el covid-19, cuatro suboficiales de la provincia de Ilo, viven un drama, no solo por haberse contagiado, sino también porque sienten que están abandonados en el campamento de Cortadera del proyecto minero Quellaveco de la región Moquegua. Ellos han sido aislados en uno de los ambientes en dicho sector.
Los efectivos, que hasta ayer prestaban servicio en su tiempo de vacaciones para realizar su resguardo de las instalaciones del asiento minero Quellaveco, se comunicaron con este diario y expresaron que habrían sido contagiado durante sus labores estando en contacto con trabajadores asintomáticos.
Uno de los agentes policiales contó que fueron a trabajar el 1 julio con sus pruebas respectivas dando negativo a la prueba rápida y el día domingo 12 julio en horas de la mañana, presentaron síntomas. Tras una nueva prueba resultaron positivos para coronavirus y según dijeron, desde la fecha solamente han recibido unas pastillas para la gripe y el dolor de garganta, pero no el tratamiento de la enfermedad del covid-19.
Desde entonces fueron aislados en un mismo ambiente donde les indicaron pasarían la cuarentena, relataron a La Prensa Regional.
Los efectivos temen que con el pasar de los días su estado de salud pueda agravarse y no haya quien los atienda a tiempo, por lo que piden a su comando disponer su traslado a sus viviendas o un nosocomio para enfrentar el mal en mejores condiciones.
Se conoció que, para realizarse la higiene personal, los policías contagiados deben pasar por áreas que también comparten sus colegas y más de cien trabajadores, por lo que consideran que una zona de cuarentena en la parte alta andina de Moquegua no reúne las condiciones para el aislamiento.
Familiares del personal policial han indicado que hasta el momento no reciben ningún tratamiento, como tampoco nadie les ha indicado cómo deben sobrellevar la enfermedad y están tosiendo y no respiran bien, señalaron.