24 C
Moquegua
18.5 C
Ilo
25.2 C
Omate
20 C
Arequipa
17.9 C
Mollendo
3 junio, 2025 10:38 am

Pobreza y desgobierno en el Perú hoy: igual que en 2023 y peor que 2019

Se celebran cifras macroeconómicas vacías mientras millones de peruanos viven peor que hace cinco años.

POR: ESTEFANY PACHO MERMA Y ANDY PHILIPPS ZEBALLOS

Hace unas semanas, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en colaboración con el Consorcio de Investigación Económica y Social (CIES), dio a conocer un dato escalofriante: la pobreza monetaria en el Perú aumentó y hoy afecta al 27,6% de la población. En términos concretos, más de 9 millones 395 mil peruanos no pueden cubrir sus necesidades básicas como alimentación, vivienda, salud o educación.

Aunque esta cifra representa una reducción de 1,4 puntos porcentuales respecto al 2023, el impacto de la pobreza sigue siendo crítico. De forma paradójica, hoy la mayoría de personas en situación de pobreza vive en zonas urbanas: 7 de cada 10 pobres residen en las ciudades, un escenario muy distinto al de años anteriores, cuando la pobreza se concentraba principalmente en el ámbito rural. Esto revela una nueva geografía de la desigualdad, donde la precariedad convive con el crecimiento urbano y donde las promesas de desarrollo aún no se concretan para amplios sectores de la población.

Pero no solo eso, este panorama socio-económico también se enmarca en una profunda crisis política. El desgobierno es evidente, pero quizás lo más indignante es la indiferencia con la que la élite política asume esta realidad, donde desde Palacio de Gobierno se ha planteado la posibilidad de duplicar el salario presidencial, como si el problema del país fuera el ingreso de sus gobernantes y no la falta de políticas en favor de las grandes mayorías. [Ver gráfico]

EL (DES) GOBIERNO CELEBRA MIENTRAS EL PUEBLO ESTÁ PEOR QUE EN 2019

En 2019, antes de la pandemia, la pobreza monetaria en el Perú afectaba al 20,2% de la población. Hoy, cinco años después, esa cifra ha escalado al 27,6%. Son casi tres millones de peruanos más en situación de pobreza, lo que significa menos alimentos en la mesa, más hogares en condiciones precarias y oportunidades aún más lejanas para millones de familias.

Incluso en Lima Metropolitana —donde se concentra la infraestructura y los servicios— la pobreza se ha duplicado desde 2019, y continúa en ascenso.

En esa línea, la pobreza extrema también – definida como la incapacidad de cubrir el costo de una canasta básica de alimentos-, se ha duplicado en los últimos 5 años y alcanza al 5,5% de la población, lo que equivale a 1 millón 872 mil personas.

En el sur del país el panorama es similar. Regiones como Tacna (10,7% más de tasa de pobreza respecto a 2019), Arequipa (9,8%), y Puno (+5,2%) no han logrado recuperar los niveles prepandemia, y en zonas tradicionalmente más estables y pequeñas como Moquegua (+1,8%) o Madre de Dios (+1,9%), el deterioro también es notorio. Solo Cusco muestra una leve mejora, aunque no exenta de matices.

El retroceso también se refleja en indicadores internacionales. Según el Índice de Progreso Social Mundial 2025, Perú cayó al puesto 84 entre 170 países, con su peor puntuación histórica (67,61 sobre 100). En 2020 ocupaba el puesto 68. Esto no es solo un dato más: es una señal de que el país no solo ha retrocedido, sino que lo ha hecho de forma sostenida y silenciosa. [Ver comparativo]

“EL POBRE ES POBRE PORQUE QUIERE”

Lo más preocupante no es el incremento de la pobreza, sino la normalización con la que se asume. “El pobre es pobre porque quiere” parece seguir siendo la idea explicativa para la élite gobernante, escondiendo las debilidades de un modelo económico primario-exportador que necesita mano de obra barata, un Estado servil y una sociedad que no cuestione, ni mucho menos exija derechos.

Se celebran cifras macroeconómicas vacías mientras millones de peruanos viven peor que hace cinco años. No hay responsables, ni señal de rectificación en este (des) gobierno.

Análisis & Opinión