Suspender todas las operaciones mineras de Aruntani S.A.C mientras esta compañía de capitales peruanos no resuelva sus pasivos ambientales, remedie los daños ecológicos y compense económicamente a los agricultores, ganaderos y a las familias afectadas en la cuenca alta y media de los ríos Coralaque y Tambo, en los departamentos de Moquegua y Arequipa, y en la cuenca del río Llallimayo en el departamento de Puno, planteó el congresista de la República, Walter Ascona Calderón.
La demanda al Poder Ejecutivo recoge el pedido de ciudadanos, autoridades comunales y locales, congresistas, agricultores, ganaderos, campesinos y pequeños productores agropecuarios de las zonas afectadas por las actividades mineras irresponsables que soslayan los parámetros ambientales, no respetan la legislación ambiental y se aprovechan de las debilidades del Estado en sus tareas de fiscalización, provocando daños a la salud de la población y perjuicio económico especialmente a la pequeña ganadería y a la agricultura familiar.
El parlamentario dijo que han transcurrido al menos 5 años desde la verificación de la contaminación provocada por las emisiones de líquidos con metales pesados hacia las aguas del río Coralaque -afluente del río Tambo- desde la unidad minera Florencia – Tucari, propiedad de Aruntani SAC, y aún hoy la contaminación continúa, no se cumple el Plan de Cierre de Mina y sus proyectos de remediación ambiental, aun cuando el Ministerio de Energía y Minas ha ejecutado hace más de un año y medio la garantía bancaria por un promedio de 9 millones de dólares.
“Las dos sucesivas declaraciones de emergencia en la cuenca del río Coralaque los años 2019 y 2020 no se han traducido en acciones para detener la contaminación no obstante, las demandas planteadas por alcaldes y congresistas, y los insistentes reclamos de la población; tampoco ha servido de mucho las denuncias penales formuladas contra la compañía minera por los daños ecológicos, ni los informes técnicos del Ministerio de Salud que revelan presencia de metales pesados en la sangre de los niños que viven en la zona, y por si esto fuera poco, ni los estudios del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) entidad del Ministerio del Ambiente”, afirmó Walter Ascona.
Walter Ascona, congresista por Moquegua, sostuvo que “por más de una década diferentes distritos de la región sur han demostrado que las actividades de esta empresa generan altos índices de contaminación con prácticas irresponsables que siempre se achacan a las empresas informales”.
Indicó que Aruntani SAC es una empresa de capitales peruanos que opera cinco minas auríferas, como son Aruntani (Moquegua), Arasi (Puno), Anabí (Cusco), Apumayo (Ayacucho) y Anama (Apurímac), tiene otra en proceso de inicio Mariela (Puno y Moquegua) y está a punto de sumar dos más de cobre, Anubia y Acana.
Precisó que el incumplimiento de los estándares de calidad para las operaciones mineras ha incrementado la concentración de metales (aluminio, plomo, arsénico, cadmio, níquel, zinc, etc.) en aguas superficiales y subterráneas de la cuenca. Debemos recordar que la OEFA ordenó a la empresa iniciar el cierre de la unidad minera Florencia–Tucari para “evitar la contaminación de las quebradas Margaritani y Apostoloni” y remediar el suelo, así como el lecho de las quebradas. Sin embargo, no hay cumplimiento de las disposiciones de las entidades técnicas.