POR: JULIO FAILOC RIVAS
Las elecciones para elegir a los nuevos padres de la patria están a la vuelta de la esquina, no hay marcha atrás.
El voto duro, en otrora el caudal electoral cautivo con la que contaban los partidos políticos ya no va más. Este voto ya no existe. El voto duro es ahora el voto desconfiado del electorado duro de convencer.
Después de la experiencia desastrosa del Congreso (que terminó con el 3% de aprobación), en la que más de la mitad de los padrastros de la patria tienen problemas con la justicia, el voto de los ciudadanos para los próximos comicios electorales será más exigente y mejor pensado, de allí que las organizaciones políticas colocaran –creo yo- a sus mejores cuadros a la cabeza de cada lista con la finalidad de tener una mayor cantidad de curules parlamentarias. No obstante, para algunos les irá bien y para otros, sabes dios lo que el destino les depare.
Las izquierdas, salvo Verónica Mendoza el resto de partidos tiene muy pocas posibilidades. Arana y compañía tiene sus días contados, salvo que a último momento decidan unirse a la organización política que se anime llevar a la Mendoza. Las izquierdas tienen fuerza en el sur y en una parte importante de Lima. Puede crecer en el norte y ocupar el vacío que dejan APP, el APRA y el fujimorismo. En tanto no se relacione con organizaciones vinculadas a la corrupción mucho mejor.
Fuerza Popular, Keiko Fujimori es la única -de esta organización política- que puede salvar de la perversa valla electoral. La presencia del fujimorismo quedará reducida a la capital del Perú y con un poco de suerte puede logar algo en la provincia constitucional del Callao. Las posibilidades de alcanzar algunas curules son mínimas en el resto de departamentos del Perú, salvo decida regresar a su tierra natal la Cuculiza. La soberbia y la prepotencia del Fujimorismo les pasará la factura.
El Apra, del famoso SEASAP no quedará nada en las próximas elecciones. Si García apenas alcanzó la valla electoral, los Mulders y los del Castillo no lograran ni para el té, salvo decidan seguir siendo furgón de cola del fujimorismo.
Alianza para el Progreso, solo Papá Acuña salvará lo poco que ha quedado de la organización política que sus hijos dejaron después de la alianza con los Fujimoristas.
Acción Popular, si no fuera por Johnny Lescano de AP no quedaría nada. Vitocho ya fue, aunque nunca se sabe. De quien vaya a la cabeza de AP va a depender la vida de esta organización política.
Los etnocaceristas, a la espere de la libertad de su líder Antauro Humala. Me cuentan que están hablando con la gente de Aduviri para una alianza, pero que la presencia de la Vilcatoma es un factor distorsionante. Miren al Tío de los Acuña que ya dijo lo que tenía que decir. Ha dicho que, con ella, ni a la esquina.
Estas elecciones nos dejarán más de una lección. Oído a la música.
