POR: DR. JULIO CESAR LUJAN MINAYA
Un análisis comparativo entre Perú y Bolivia, basado en indicadores económicos y sociales clave, evidencia una marcada diferencia de resultados atribuible a los modelos económicos adoptados: una economía abierta y liberal en el caso peruano frente a un modelo de mayor intervencionismo estatal en Bolivia.
PRODUCTO BRUTO INTERNO (PBI):
Perú tiene un PBI total más de seis veces superior al de Bolivia (267,149 millones de euros frente a 42,035 millones), lo que refleja una economía más grande y dinámica.
A nivel per cápita, los peruanos generan más del doble de riqueza que los bolivianos (7,893 € frente a 3,433 €), lo cual sugiere una mayor productividad y nivel de vida promedio.
DEUDA PÚBLICA:
Aunque Perú tiene una deuda total mayor en términos absolutos, el indicador clave es el porcentaje de deuda respecto al PBI. Perú mantiene una deuda controlada de 32.77 % del PBI, mientras que Bolivia registra un preocupante 80.10 %.
Incluso la deuda per cápita es mayor en Bolivia, pese a su menor PBI, lo que implica una mayor presión fiscal sobre sus ciudadanos.
DÉFICIT FISCAL:
Bolivia registra un déficit fiscal del -7.12 % del PBI, el doble del déficit peruano (-3.60 %), reflejando un mayor desbalance en sus cuentas públicas.
GASTO PÚBLICO E INVERSIÓN SOCIAL:
Perú cuadruplica el gasto público total de Bolivia (60,622 millones de euros frente a 15,143 millones), lo que le permite invertir más en sectores clave.
En educación, Perú no solo invierte casi el triple en términos absolutos, sino que destina un 17.91 % de su gasto total a este rubro, frente a solo 7.74 % en Bolivia, lo que evidencia una mayor prioridad al desarrollo humano.
En salud, ambos países destinan proporciones similares del gasto (16.70 % en Perú y 16.35 % en Bolivia), pero en términos absolutos, Perú triplica la inversión.
En conjunto, estos indicadores respaldan la conclusión de que un modelo económico basado en apertura de mercados, atracción de inversiones y disciplina fiscal —como el peruano— genera mejores condiciones de crecimiento y bienestar social. Por el contrario, el modelo boliviano, marcado por un alto intervencionismo estatal y elevado endeudamiento, ha derivado en menor productividad, mayor fragilidad fiscal y limitada inversión en áreas prioritarias como educación.
Desde un enfoque técnico-económico, la evidencia pone en relieve los límites estructurales del modelo populista de izquierda aplicado en Bolivia.