POR: SOLEDAD ORCOAPAZA LUQUE
Estaba en la flor de su juventud, tenía proyectos y sueños de sacar adelante a su familia, pero todo quedó trunco para Alexis Sonco Jara, a sus apenas 21 años encontró un trágico final. Fue encontrado muerto en la Escuela de Educación Superior Técnica (EEST) de la Policía Nacional en el distrito de Samegua, hace casi un año.
Desde entonces, sus padres René Sonco y Reynalda Jara, han emprendido una ardua e incansable lucha por encontrar justicia, pues ellos no creen en la versión de que su hijo se habría suicidado, muy por el contrario, aseguran que le quitaron la vida con un disparo en la cabeza.
Aún con el riesgo de contraer el coronavirus, ellos dejaron su natal Juliaca para trasladarse a Lima y recientemente a Tacna, a fin de pedir una reunión con el jefe de la XIV Macrorregión Policial Tacna-Moquegua, general PNP Segundo Mejía Montenegro, y exigir que Inspectoría General de la institución sancione a los implicados en el caso.
El amor por su hijo es tal que este último lunes iniciaron una huelga de hambre a las afueras de la región policial, llegando incluso a pernoctar en el sitio. Esto no ha pasado inadvertido para los pobladores tacneños, quienes aún no salen de su conmoción por los horrendos feminicidios que habrían sido cometidos por “agentes del orden”.
DOLOR SIN FIN
Fue un 03 de marzo del 2020 que Reynalda Sonco recibió la fatal noticia. “Me dijeron que mi hijo se había suicidado en la oficina de Moral y Disciplina de la Escuela Policial, pero yo no puedo creer eso porque su cuerpo estaba lleno de moretones”, nos cuenta tratando de contener las lágrimas.
Consultada sobre quién sería el responsable de la muerte de Alexis, sostiene que sus sospechas recaen sobre el capitán Elard Delgado, ya que el disparo habría salido de su arma, a pesar de ello, seguiría laborando con normalidad. “Sospecho del dueño del arma (…) todo ha sido con su arma y en la oficina donde él trabaja”, refiere Reynalda, al tiempo de detallar que cuando se acercó a la Escuela PNP, la derivaron a la oficina del director para darle el pésame, mientras que por otro lado se llevaban el cuerpo de su hijo, “no me dejaron verlo, ni en la Morgue tampoco (…) el fiscal Ramiro Molina me dijo que los familiares no participan en la necropsia”, agrega.
Asimismo, nos revela las dudas que tiene sobre el profesionalismo del médico legista, Manuel Bustinza, “en el (acta del) levantamiento del cadáver dice que la bala ingresó por el lado izquierdo y ha salido por la derecha, pero cuando hace la necropsia de ley dice lo contrario (…) él mismo se contradice, por eso tengo tanta indignación”. Además de ello, existirían otras graves irregularidades.
Otro hecho que le preocupa son las declaraciones contradictorias que ha realizado un estudiante de la Escuela Policial, lo que dificulta las investigaciones. Ante el Ministerio Público habría declarado que entró a limpiar el recinto donde fue encontrado el cadáver, por orden del capitán Elard Delgado, pero ante la Inspectoría de la institución su versión fue distinta, “dice que cuando estaba yendo a los servicios se percató por la ventana y vio que un alumno estaba durmiendo”, añade Reynalda.
Antes de concluir, la abnegada madre de familia hizo un conmovedor llamado al pueblo moqueguano y tacneño para que se solidaricen con su lucha. Ella no descansará hasta encontrar justicia.
