POR: PH.D. ING. AVID ROMAN-GONZALEZ
OPENAI presentó oficialmente GPT-5, su modelo de inteligencia artificial más avanzado hasta la fecha, disponible para todos los usuarios de ChatGPT, tanto en la versión gratuita como en las modalidades de suscripción Plus y Pro.
Con una arquitectura multicanal y un innovador sistema de “raízada” inteligente, GPT-5 es capaz de ajustar la profundidad de sus respuestas según la complejidad de cada consulta, ofreciendo interacciones más precisas y cercanas al nivel de un experto académico. Sus mejoras abarcan escritura, programación, razonamiento científico y consultas relacionadas con la salud, consolidándose como un modelo de referencia en el ámbito de la IA generativa.
Una de sus novedades más destacadas es la capacidad de manejar contextos significativamente más extensos: hasta 400,000 tokens en la API y 256,000 en ChatGPT, lo que permite una mayor coherencia y continuidad en textos largos.
Sin embargo, el lanzamiento no estuvo exento de comentarios negativos. Algunos usuarios reportaron una experiencia menos empática y un estilo menos creativo en comparación con versiones anteriores. Además, los suscriptores de la modalidad Plus señalaron limitaciones en funciones clave, como el uso del modo “Thinking”.
El propio CEO de OpenAI, Sam Altman, reconoció errores en ciertas decisiones del lanzamiento, admitiendo el fuerte vínculo emocional que muchos usuarios habían desarrollado con versiones previas del modelo. Aun así, Altman destacó que GPT-5 marca un paso decisivo hacia un uso más realista de la IA, con impacto potencial en infraestructura y servicios a nivel global.
Otro punto que ha generado debate es el alto consumo energético del modelo: estimaciones preliminares sugieren que una sola respuesta puede requerir hasta 40 Wh, ocho veces más que GPT-4. Este aspecto refuerza la discusión sobre la sostenibilidad y la huella ambiental de la inteligencia artificial a gran escala.
En medio de la controversia, GPT-5 se presenta como una apuesta sólida hacia una IA más capaz, coherente y especializada. No obstante, la tensión entre la eficiencia tecnológica y la experiencia emocional del usuario será clave en su adopción futura. Mientras abre nuevas posibilidades en investigación y servicios digitales, sus desafíos en empatía, personalización y sostenibilidad aún deben resolverse para que se convierta en una herramienta verdaderamente revolucionaria.