Nos cambiaron el escenario

POR: JORGE ACOSTA ZEVALLOS   

La invasión de Rusia a Ucrania, el anuncio de un bloqueo financiero de parte de los países de la OTAN al país de Putin presagia con seguridad que ingresamos a un quiebre y ajuste político, económico-financiero de la escena internacional. Atrás quedaran nuestras esperanzas del comienzo de la reactivación económica con el vaticinio de los precios de los minerales que se elevarían en el presente año y como acción paralela el incremento del canon minero para más obra pública. Hoy el escenario es turbulento e impredecible pues se trata de las dos principales potencias las que se enfrentan por Ucrania.

Por lo pronto ya empezaron la suba de los precios de los alimentos y combustibles, se anuncia por el lado de los países occidentales que se aplicará el cierre financiero a través del SWIFT a las actividades rusas financieras y acto seguido seguirá, por lógica, el cierre del caño del gas de parte de Rusia contra los países de Europa.  A esta red mundial nuestro país no puede escapar porque somos dependientes de la venta de materias primas en especial los minerales y algunos productos agrícolas. La conclusión es contundente, nos afectará, poco para bien, más para mal y no lo sabemos en cuanto tiempo.

Para los peruanos esta realidad resulta traumática pues a poco de controlar los efectos de la pandemia, avanzar sobre algunas líneas en lo económico, se suma la endémica crisis política que ahora se ha centrado en la vacancia del presidente que sumada a los efectos negativos de lo internacional será cultivo de explotaciones sociales.

Entonces es evidente que el escenario se nos ha modificado y el nuevo es todavía impredecible. Lo que es seguro es que no será de pocos días, semanas, seguirá la incertidumbre en los próximos meses. Nos queda diagnosticar donde están oportunidades para no vernos tan afectados. Si la tensión permaneciera polarizada con sanciones de ambos lados, repetimos que por los alimentos y combustibles importados pagaremos más. La demanda de alimentos que exportamos podría crecer. Si el conflicto en Ucrania se concentra en una guerra interna entre guerrillas y las fuerzas invasoras la demanda de metales elevarían los precios. También hay un escenario dicho por algunos oráculos que indican que Rusia impondrá un gobierno títere en Ucrania y EE. UU., Europa chillaran, pero se quedaron quietos y sus medidas no tendrán grandes afectaciones a Rusia tal como ocurrió cuando invadió Crimea; particularmente esta prospectiva la avizoramos como la menos probable. Por lo prono los efectos ya empezaron y estos abarcan aspectos de la vida económica mundial (Véase cuadro 01).

El reto de nuestro país es la de ubicarse bien, primero políticamente. Abanderar la autonomía de Ucrania, que ellos decidan sin la intervención de los países de la OTAN o de la órbita rusa el gobierno que quieren y sus formas de gobierno. Requerimos gobernabilidad con un plan de emergencia nacional asesorada con la mejor inteligencia inclusiva que cree la importancia del Estado para la coyuntura. Confianza a la empresa privada de todo tamaño ante una bolsa que se va inquietar y agitar, con un dólar que va a variar. Las oportunidades siguen abiertas en China, Europa y Norteamérica a los cuales vendemos con prioridad. El futuro nos dirá que necesitan ellos, podrían ser los alimentos, el gas o persistir en los minerales, el tiempo marcara la ruta y debemos estar atentos a ella. En lo público tenemos que inyectarnos de más ingresos tributarios, gastar eficientemente y asegurar el crecimiento del empleo.

 

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