Ha transcurrido un mes y una semana desde que el obrero Olger Ordoñez fuera protagonista de un evento en la obra del colegio Mercedes Manrique Fuentes (La Florida), y que con las semanas posteriores fue generando diversas reacciones en particular en los afiliados al sindicato de Construcción Civil, que reclamaban atención al caso por parte de la Municipalidad Provincial de Islay (MPI) ejecutora de la obra.
Cabe recordar que el obrero en mención advirtió un dolor de cabeza en la jornada del 15 de enero cuando realizaba labores de carpintería en donde tuvo, aparentemente, contacto con sustancias tóxicas.
PRESIÓN DE CONSTRUCCIÓN CIVIL
El tema pasó a mayores pues la salud del obrero se vio deteriorada con el pasar de los días, por lo que en esta semana que concluye, los trabajadores de Construcción Civil tomaron la obra, exigiendo el retiro del ingeniero de seguridad y otros técnicos.
CONSECUENCIAS DE LA PRESIÓN
Se produjo un diálogo entre los sindicalistas y la MPI, consiguiendo que el ingeniero de seguridad dé un paso al costado y retomando las labores en la obra, además de otros acuerdos entre las partes para continuar con la atención en salud al obrero por parte de la MPI, lo cual contradiría de alguna forma, la versión del gremio del andamio cuando en principio reclamaba que al obrero no se le dio atención y que éste quedó a su suerte.
NO ESTÁN CLARAS LAS COSAS
La MPI ha hecho descargos al respecto en diversas instancias; no obstante, consultados varios profesionales sobre eventos de esta naturaleza en el interior de una obra, no queda claro aún, la determinación del origen que desembocó en la toma de obra, el retiro del ingeniero de seguridad, los acuerdos contradictorios entre las partes y el reinicio de la obra.
Falta la precisión documentaria que permita conocer si las condiciones previas al evento se cumplieron o no, si hubo o no capacitación, charlas y otros adiestramientos precedentes, que Construcción Civil, al parecer, desconoce.