POR: MAGISTER ÁLVARO MADUEÑO CASANI
El canon minero recibido por la región Moquegua entre 2004 y 2023 ascendió a 7,800 millones de soles, con una media anual de 450 millones de soles en los últimos 10 años. Esta cifra permite proyectar, aproximadamente, un ingreso de 4,500 millones de soles hasta el año 2035. En este contexto, resulta fundamental planificar proyectos de impacto regional que generen su propia oferta y sostenibilidad.
Ejemplos como el proyecto Lomas de Ilo, aunque ejecutado, no garantizaron un recurso esencial como el agua, lo cual sigue siendo evidente a la fecha. ¿Se trató de intereses fraudulentos? Es prioritario asegurar recursos hídricos mediante proyectos hidráulicos, incluyendo centrales hidroeléctricas, que no solo permitan ampliar la frontera agrícola, sino también abrir paso al desarrollo de un parque tecnológico digital, similar a un “Silicon Valley,” para fomentar emprendimientos digitales y startups, visualizando el desarrollo regional.
Además, es necesario impulsar capacitaciones en inteligencia artificial, una herramienta clave para aumentar los niveles de competitividad y mejorar los ingresos financieros. También se debe atraer inversión privada de gran magnitud, como los proyectos de Quellaveco o Southern, que superan los 5,000 millones de dólares, mientras se replantea la formación del capital humano. Es esencial considerar que, si un joven egresado de secundaria no accede a la educación superior, se produce una involución social, dado que los años de estudio son uno de los tres pilares del Índice de Desarrollo Humano (IDH) y determinan la calidad de vida.
Repensar el futuro implica centrarse en la juventud, desarrollar proyectos de gran envergadura y fomentar la inversión nacional y extranjera. Actualmente, el sector minero parece estar alineado con esta visión, presentando oportunidades para avanzar hacia un desarrollo integral y sostenible.
