POR: JORGE ACOSTA ZEBALLOS
Y se aprobó en los últimos días el Presupuesto General de la República del Perú 2025, que es en total de 251,801 millones (doscientos cincuenta y un mil ochocientos un millones de soles). En la distribución de los Gobiernos Regionales, el GORE Moquegua es de 732 millones (setecientos treinta y dos millones de soles), GORE Tacna 938 millones (novecientos treinta y ocho millones de soles) y GORE Arequipa con 2,727 millones (dos mil setecientos veintisiete millones de soles). El presupuesto de todas las regiones es de 54,458 millones (cincuenta y cuatro mil cuatrocientos cincuenta y ocho millones de soles).
De esta manera, los departamentos mineros, como así los denominan a la hora de realizar la distribución presupuestal de los gobiernos regionales, no son tan altos como se difunde en los medios de comunicación limeños. El Ejecutivo y el Congreso han cambiado la justa distribución por una red de favores como el dotar del mayor incremento de presupuesto regional a La Libertad, donde es gobernador César Acuña, el principal sostenedor de Dina Boluarte.
La desigual distribución no solo se da entre las regiones, sino también dentro de los departamentos, entre los gobiernos provinciales y distritales.
Este es el caso de Moquegua, que recibe canon y regalías mineras. Estos distritos reciben elevados presupuestos por su proximidad a la mina o a las capitales de provincia, en detrimento de otros que no tienen un presupuesto elevado.
De los próximos a los centros mineros, tenemos a la Municipalidad Distrital de San Antonio, con 188 millones (ciento ochenta y ocho millones de soles), que es de reciente creación. Le sigue la Municipalidad Distrital de Torata, con 26 millones (veintiséis millones de soles), que, en realidad, comparativamente con lo que sucedía hace pocos años, era el distrito que más recibía en concepto de canon y regalías. No se queda atrás la Municipalidad Distrital de Samegua, con 24 millones (veinticuatro millones de soles). La Municipalidad Provincial de Ilo, con el mérito de ser precisamente provincia, recibe 141 millones (ciento cuarenta y un millones de soles) de presupuesto.
Un caso particular es el de la Municipalidad de El Algarrobal, que pasó de ser un pequeño distrito con poca población a crecer en asentamientos y población, y a tener grandes problemas de extrema pobreza y carencia de servicios, entre otros. Este municipio se beneficia de la tabla de necesidades no atendidas y recibirá en 2025 unos 40 millones (cuarenta millones de soles).
Hasta aquí, la danza de millones entre los favorecidos por normas anacrónicas e injustas. El siguiente acto es la deprimente asignación de escuetos presupuestos, como el del Municipio Provincial de Sánchez Cerro, con solo 11 millones; el distrito de Pacocha, con 10 millones; Carumas e Ichuña, con el mismo importe de 9 millones. Con estos presupuestos no se pueden hacer buenas obras y solo alcanza para gastos corrientes.
Si lo expresado hasta aquí le resulta asombroso, imagínese los municipios de Cuchumbaya, San Cristóbal, Chojata, Coalaque, La Capilla, Lloque, Matalaque, Puquina, Quinistaquillas, Ubinas, Yunga, con presupuestos que oscilan entre los 6 millones y, mayoritariamente, un millón de soles. Es un presupuesto injusto.
También es injusto el silencio de la clase dirigente, que se concentra en los distritos y provincias con respetables ingresos presupuestales.
A modo de conclusión, afirmamos que en la distribución del Presupuesto Nacional hay una distribución manipulada y, con toda seguridad, lo que recibimos son principalmente canon y regalías, y en menor medida, asignación de presupuesto ordinario.
La asignación direccionada del presupuesto por parte del Ejecutivo y el Legislativo se constata con el bajo porcentaje del presupuesto asignado a las regiones. En segundo lugar, internamente sigue existiendo una distribución injusta entre unos pocos gobiernos locales que sí tienen presupuestos justos y muchos otros que reciben presupuestos monetarios injustos.