POR: POST DR. PHD. JAVIER FLORES AROCUTIPA
La Agenda 2030 empieza mal, ¿se hará costumbre? A los 28 días de enero, nada de obras y nada de empleo, en el Gobierno Regional de Moquegua y municipios.
Las autoridades electas aún no parecen comprender que el común de la gente lo que requiere es trabajo de manera inmediata, dado que sus hijos reclaman que la “olla este llena” y en eso deviene la preocupación de los padres de familia.
Y mientras no reinician las obras y generan, las autoridades y trabajadores públicos de los gobiernos locales y regionales cobraron sus sueldos por un monto global de 2.8 millones de soles por sus “reconocida” actividad laboral.
Ellos han cobrado como siempre, como pasó en la pandemia del COVID 19, para ellos no hay mes que no se cobren, puntualmente.
Pero ahora aquí ingresan los alcaldes, los regidores, la gobernadora regional Gilia Gutiérrez, los consejeros regionales que han cobrado sin ver ni una obra. O sea, no hay fiscalización, no hay observaciones de ningún tipo. Entonces no justifican su dieta en caso de consejero y remuneración en caso de jefes de pliego.
El avance en remuneraciones y pensiones es efectivo. Así al 28 de enero es del 9% efectivo en el gobierno regional, y 4.2% efectivo en los gobiernos locales. Lo cual hace un total del 8% o sea 2.8 millones de soles devengados. Los funcionarios, empleados y trabajadores en el sector público cobran, haya o no obras. Son sus derechos. ¿Pero dónde está la ética de “trabajo y por eso me gano un sueldo”? Este es un asunto de valores.
Por ejemplo, la gobernadora Gilia Gutiérrez, el vice gobernador Luis Trigoso y los consejeros han cobrado casi 67 mil soles y así los alcaldes. Durante la semana hicieron gala de agenda 2030 cuando faltan 6 años, que es muy corto. Pero empezar con 0% de ejecución de obras llama la atención.
Se espera que aceleren en los próximos meses. Pero la experiencia de los últimos 5 años denota que como siempre habrá atrasos y más atrasos. De esa manera entre 2019 y 2022 ya perjudicaron a los más pobres porque se quedaron sin obras (carreteras, colegios, postas de salud, canales de regadío, etc.) y que ha perjudicado a los que menos tienen. El lema “cierre de brechas” queda en el tintero, en una posibilidad sin esperanza.
Esperemos que los jefes de pliego cambien esa percepción que se tiene, “el sector público es el más ineficiente de los sectores económicos”, esperemos que eso cambie, aunque lo dudamos.