POR: VÍCTOR CASANOVA VÉLEZ
Después de la Batalla de Ayacucho, el 9 de diciembre 1824, se firmó la Capitulación que dispone: El ejército español “entrega todo el territorio que ocupaban hasta el Desaguadero, Puno. Para el departamento de Arequipa, que incluía Moquegua, se nombró primer prefecto republicano al coronel Francisco de Paula Otero. En tanto llegaba, el intendente realista Lavalle, a pedido del Cabildo, quedaba como autoridad interina, por seguridad de la ciudad.
Desde fines de noviembre 1824, llegaron a Moquegua nuevos funcionarios españoles, Oliva y Moyano, quienes cometieron grandes abusos, frente a los cuales ninguna queja sirvió. Al amanecer del 24 de diciembre “empezó a susurrarse en la Ciudad” la derrota española en Ayacucho. Por la tarde, llegaron cartas urgentes que confirmaron los rumores mañaneros. Inmediatamente el ejército español se marchó rumbo a Arequipa.
El nuevo Municipio encargado del gobierno local, reconoció a Simón Bolívar como Libertador del Perú y “Supremo jefe político y militar de la República”. El subdelegado realista Anselmo Gago, renunció el 5 de enero 1825. Por la presencia de ex soldados realistas asaltantes, la inseguridad estaba por los caminos de Moquegua. Como solución, hasta la llegada a Arequipa del nuevo prefecto Otero, la Ilustre Municipalidad aceptó el interinato de la antigua autoridad española, Gago, evitando vacío de poder y el desorden.
El prefecto Otero viajó hacia Arequipa el 12 de diciembre 1824; por dificultades en camino, recién el 15 de enero de 1825, pudo ingresar y consolidarse en el cargo. El 1 de febrero 1825, publicó un bando prefectural anunciando la jura de la independencia en las provincias del nuevo departamento, después del 13 de febrero y daba instrucciones estrictas para este acto solemne.
Conocido en Moquegua el tenor del bando del nuevo prefecto, la Muy Ilustre Municipalidad de Moquegua se encargó de pasar los oficios correspondientes a autoridades, personas notables y al pueblo en general a jurar la Independencia, con el mayor orden, majestad y lucimiento, porque “el juramento es vínculo sagrado que une a los hombres entre sí, y con su soberano dueño, es el acto más serio que puede ejercer la criatura racional. Será un día solemne porque se va a declarar a la faz de la tierra su incorporación a la República del Perú y su absoluta y clara independencia del gobierno español y de todo poder extranjero”.
De acuerdo al Bando Prefectural, la Jura de la Independencia se realizará en la Plaza; luego de ella todos los asistentes firmarán el Acta respectiva, para después “dirigirse al templo a dar gracias al ser supremo por el inenarrable beneficio de habernos sacado de la esclavitud”. Acto seguido se paseará por calles y plazas el pendón Republicano del Perú. Como constancia del acto, en un libro, se escribirá la forma de juramento, seguida de las firmas de todos los que la han prestado.
El juramento dice: “Yo juro a dios, que reconozco la independencia de la república del Perú, en que es comprendido el departamento de Arequipa, que la defenderé constantemente del gobierno español y de toda dominación extranjera, haciendo para ello uso de los bienes de naturaleza y fortuna, que dios me ha dado…. Si así lo hiciere, Dios me ayude, y si no, me lo demande y mi nombre sea borrado de la lista cívica del Perú e infamado para siempre y para su constancia lo firmo. Y lo firmará en el libro.
Como día para la Jura de la Independencia en Moquegua y su incorporación a la Republica del Perú, se escogió 13 de marzo 1825. La ceremonia se realizó en la Plaza principal; luego del juramento general, el acta, en original y copia, recibió firmas de 482 ciudadanos. La copia se remitió al prefecto Otero.
El Libro de Actas de la Municipalidad de Moquegua, original, estuvo extraviada por más de un siglo; sin saber cómo, llegó a custodia del Archivo Regional de Moquegua. La gestión directoral de este Archivo, en 2023, luego de analizar su valor histórico y comprobar su mal estado de conservación, solicitó al Jefe Institucional de Archivo General de la Nación, Ricardo Moreau, no solo autorice su restauración total, sino también pide declarar a este libro como Patrimonio Cultural de la Nación.
Esta distinción la otorgó el Ministerio de Cultura en noviembre de 2023. Hasta hoy, es el único documento moqueguano que tiene esta categoría nacional. El original restaurado lo custodia el Archivo Regional de Moquegua. El 13 de marzo 2025, en el Bicentenario de este suceso, las autoridades y pueblo de Moquegua renovaron el juramento de 1825.