POR: JORGE ACOSTA ZEVALLOS (ECONOMISTA DEL CEOP ILO)
En los diálogos acerca del sector pesca, se opina categóricamente que se debe pasar de la extracción de recursos hidrobiológicos al cultivo de los mismos, ya sea en aguas marinas o en aguas continentales. La acuicultura es un tema de agenda prioritario en nuestro departamento, sobre todo la que debe realizarse en el mar adyacente, que está en la provincia de Ilo.
La explicación de la prioridad es que nuestro mar es de aguas frías y contiene alimentos naturales que permiten la posibilidad de realizar cultivos de maricultura. Es más complicado hacerlo en aguas continentales por diversos factores, como la falta de abundancia de agua en ríos o lagunas y el hecho de que el agua contiene elementos nocivos para las especies.
Ante esta estrategia de sembrar en el mar o en los ríos, nos abocamos a buscar los avances que tiene Moquegua en acuicultura y nos damos con la gran sorpresa de que en los observatorios y estudios no aparece nuestro departamento; es decir, oficialmente no tenemos acuicultura, o más específicamente, no hay maricultura.
En los reportes sectoriales del Observatorio del Ministerio de la Producción referidos a la acuicultura, al mes de agosto del presente año, la distribución regional de cosecha acuícola en el año 2023 muestra que las principales especies cultivadas son el langostino, con un 41% producido principalmente en Tumbes; en segundo lugar, la concha de abanico, con un 15%, sembrada en Piura y Áncash entre los más destacados; y en tercer lugar, la trucha, con un 38%, siendo Puno el departamento más destacado. Se agrega la tilapia con un 3%, sembrada principalmente en el norte y centro del país, y se termina con otros, con solo el 4%.
La interrogante que deducimos a raíz de que los departamentos más prósperos en minería, como Arequipa, Moquegua y Tacna, no aparezcan nítidamente como acuicultores o maricultores nos preocupa. Recurrimos a otras fuentes, como PROMPERÚ, en la que, hasta 2021, Arequipa solo aparece con una sola comunidad de desarrollo social de la acuicultura; Moquegua y Tacna no aparecen.
Nos vamos al catastro acuícola del país de 2021, y sí aparecen Arequipa y Tacna con una sola referencia cada uno; mientras tanto, Moquegua está en cero. Nuevamente, nos vamos al mapa territorial peruano por actividad acuícola del mismo año: Tumbes destaca con el langostino; Amazonas, con gamitana; Piura, con concha de abanico y langostino; Ancash, Lima e Ica, solo con concha de abanico; Loreto, San Martín, Ucayali y Madre de Dios cultivan paiche, gamitana y peces ornamentales; y Puno destaca en trucha. Y nuevamente, no aparecen en la estadística Moquegua, Tacna y Arequipa.
Las respuestas ante esta deficiencia podrían ser que es tan poco lo que se hace, o que lo que se hace fracasa; o también, simplemente, que no se hace nada y nos hemos acostumbrado a la pesca extractiva, que es importante y niega en los hechos la posibilidad de maricultura o acuicultura.
Sin embargo, siendo más específicos, la información que se propala es que, en el caso de Moquegua, sí se presupuestan partidas para la acuicultura y el mejoramiento de las cadenas productivas de varias especies marinas y de río. Lo mismo ocurre con los programas de PROCOMPITE, que se ponen en concurso y algunos de los cuales son de acuicultura. No dejamos de mencionar que la gran empresa, en su labor de difusión de apoyo social, ha aprobado proyectos de acuicultura, como el cultivo de corvina.
Al revisar el presupuesto del GORE Moquegua, encontramos que en el presente año tienen dos proyectos de mejoramiento para la cadena del choro, con 41 mil soles y cero de ejecución. También está la cadena productiva del camarón, con un presupuesto de un millón 139 mil soles y un 90% de ejecución.
En el año 2023, están las mismas cadenas, la primera con 65 mil soles y la segunda con un millón 76 mil soles. Y agregamos que en el 2022 también se presupuestó para el mejoramiento de la lorna, sargo, corvina, pulpo, caballa y trucha. Me imagino que todos ellos tendrán algo de acuicultura y que deberían aparecer en la estadística. ¿O es que hay muchos “choros” en estos proyectos y nos están haciendo “lornas”? ¡Exigimos una explicación!