Por: Enrique Rivera Salas
Es importante señalar porque muchos no saben, que nuestra ciudad de Mollendo cuenta con un moderno asilo de ancianos, que fue fundado hace más de cincuenta y nueve años por la Orden de la Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, siendo el principal objetivo de brindar apoyo moral y espiritual a las ancianitas y ancianitos abandonados por sus familiares. Los servicios son gratuitos, llegando a contar hasta con decenas de miembros.
El asilo se solventa gracias al presupuesto de la Orden de la Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul y de las donaciones de personas y empresas.
A pesar de ello, el asilo llega a subsistir hasta el año 2000 que fue cerrado en vista de no contar con el presupuesto y las donaciones eran escasas para que las Hermanas de la Caridad puedan seguir manteniéndolo.
Es así que, por iniciativa del ex alcalde provincial de Islay, Miguel Román Valdivia, se inicia las gestiones con la Beneficencia (Pública) de Mollendo y la empresa privada Tisur para su funcionamiento, logrando que las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paul (propietarias del inmueble) a cargo de la hermana superiora sor Miguelina Florido Pecharovich en el año 2013, alquila las instalaciones para que nuevamente se aperture dicho albergue.
La infraestructura del asilo cuenta con 18 ambientes de habitaciones con baños privados acondicionados para ancianos, además tiene una oficina administrativa y recepción de visitas, cuenta además con un ambiente para actividades de usos múltiples, dos comedores, área de duchas con terma, área de lavandería, almacén y cocina; asimismo cuenta con tópico, insumos médicos y de enfermería, como accesorios de seguridad.
Los servicios que presta son alimentación, lavandería, asistencia de salud, examen médico, servicio social, examen psicológico anual, actividades lúdicas de funciones cognitivas, desarrollo personal y socio recreativos.
Como recursos humanos el personal del asilo cuenta con un administrador, un médico geriatra, además cuenta con personal técnico en enfermería que atiende a los ancianitos en turno de día, tarde y de noche. El servicio de limpieza es atendido por dos personas y finalmente trabajan dos más en el servicio de cocina y lavandería.
Amigos lectores, por todo esto debemos estar orgullosos de tener un asilo considerado como uno de los mejores del sur del país y como personas gratas debemos ser hidalgos y tributar un agradecimiento eterno a la Beneficencia de Mollendo y a Tisur, así como a la Municipalidad Provincial de Islay por la iniciativa del ex alcalde, contador Miguel Román Valdivia.