POR: JORGE ACOSTA ZEVALLOS (ECONOMISTA DEL CEOP ILO)
El puerto bravo de Mollendo históricamente ha sido una gran puerta del macro sur del Perú hacia el Pacífico. En la época colonial comenzó a emerger rápidamente en el comercio internacional, sin llegar al tamaño del Callao, exportando minerales como la plata, oro y el cobre del sur y del Alto Perú. Se agrega la salida de cereales como el trigo, maíz y cebada dirigidos hacia otros virreinatos. En lo textil destacan los productos de algodón y lana de auquénidos, cueros de Arequipa, Puno y Bolivia. En importaciones, los productos que ingresaban eran vestidos, hierro, máquinas y objetos que no se producían en el país. Se suman los vinos, aceites, alimentos procesados, perfumes, seda, porcelana y otros que llegaban de la metrópoli española o de los corsarios ingleses.
En la época republicana del Perú, lo que va a consolidar más el comercio exterior de Mollendo es la construcción del Ferrocarril del Sur, inaugurado en 1872, que va a sustituir el comercio que se realizaba en mulas hacia el puerto. El impacto en el sur de tal vía fue muy elevado porque abarcó a todo el sur del país, como Arequipa, Puno y Cuzco. A decir de los economistas, el comercio fue sobre las ventajas comparativas, y en el sur había minerales, cueros, lana de auquénidos, ganado vacuno y variedad de productos agrícolas. Y, por supuesto, la importación de aquello que no teníamos, como maquinarias, trigo y herramientas provenientes, principalmente en el siglo XIX, de la potencia industrial de ese entonces: Inglaterra. Bolivia, que perdió su salida al mar, se sumó no del todo plenamente al comercio por Mollendo.
El puerto de Matarani, de Mollendo e Islay, es el puerto natural de exportaciones e importaciones por sus potencialidades geográficas, como la de ser una bahía apacible, casi cerrada por cerros y ajena al mar bravo de Mollendo. En el siglo XX se adiciona el comercio de productos pesqueros congelados y secados artesanales al mundo exterior. En la segunda parte del siglo XX ingresan en el comercio exterior los productos industriales derivados de la pesca, como la conserva de pescado (mal llamada de atún) y la harina de pescado. Matarani–Mollendo pasa a ser el segundo puerto en importancia en el comercio exterior, por supuesto, después del Callao.
En la década del 70 ocurre la nacionalización del puerto y el ferrocarril, y en la década del 90, su concesión privada a TISUR. El escenario de la internacionalización más intensa del comercio exterior incrementará la fluidez de mercancías de y hacia Matarani. En los últimos años, este puerto está entre los cuatro primeros top del país. Y Mollendo no es solo Matarani, lo es también el de boyas para combustibles hacia Bolivia, entre otros menores.
La estadística del INEI indica que hoy Mollendo exporta más de lo que importa en mercancías (véase gráfico). Exporta minerales como cobre, plomo y zinc. En frutos y verduras están los espárragos, paltas y frutas como la uva y el mango. También salen algunas carnes, productos de lana, cuero, algodón y conservas de mariscos, pota y pescados. Se importa del mundo maquinarias y equipos para la gran y mediana minería, para la construcción, sobre todo para la gran ciudad que es Arequipa. Ingresan también automóviles, electrodomésticos, trigo, productos químicos y otros.
Sin embargo, el escenario ha cambiado, y es la medición del impacto del puerto de Chancay lo que preocupa, ya que este requiere de corredores que lleven y traigan de Brasil, Bolivia y otros sus mercaderías. Y sabemos que Matarani se prepara para ser la puerta de salida ante la pereza de Ilo. Le ayudará a este puerto la posibilidad de la irrigación de Majes-Siguas. Sin embargo, las fortalezas de Matarani se han convertido en limitantes de expansión que tendrán que revertirse para generar un escenario favorable y ser el referente de salida al Pacífico. El tiempo y los estrategas lo decidirán.
¡Feliz Aniversario, Mollendo!
