La verificación técnica programada para hoy por la Autoridad Nacional del Agua (ANA) para el proyecto Tía María ha encendido las alarmas en el distrito de Mejía. La solicitud de Southern Copper para utilizar más de un millón de metros cúbicos de agua al año amenazaría directamente al ecosistema de la Laguna Centenario, así lo expresó la municipalidad local en un pronunciamiento.
El pedido de la empresa minera busca aprovechar aguas residuales provenientes de las filtraciones y escorrentías superficiales de las irrigaciones Alto Ensenada e Iberia, que fluyen por el fundo «El Lobito». Estas aguas, según el pronunciamiento municipal, constituyen el afluente principal del ecosistema lagunar ubicado frente a los terrenos de Southern Copper y a un costado de la carretera Costanera Sur.
IMPACTO AMBIENTAL
Según el documento municipal, la Laguna Centenario es un área reconocida por el MINCETUR por su importancia turística y biodiversidad y alberga una significativa flora y fauna, además de generar un microclima favorable para las familias residentes de la zona.
POSTURA MUNICIPAL
«Como representantes del distrito de Mejía, rechazamos cualquier pretensión que atente contra nuestro medio ambiente», señala el pronunciamiento oficial fechado el 4 de noviembre de 2024. Las autoridades locales expresaron particular preocupación por el riesgo que la extracción de agua podría representar para el ecosistema de la Laguna Centenario.
USO PROPUESTO DEL AGUA
De acuerdo a la comuna, la solicitud de Southern Copper especifica que el agua sería destinada para la forestación, cerco vivo, control de polvo y riego de caminos internos.
INTERÉS COMÚN
El comunicado de la municipalidad rechaza «todo tipo de intervención directa o indirecta» que priorice intereses particulares sobre el bienestar común en relación al proyecto minero Tía María.