POR: MIGUEL ARTURO SEMINARIO OJEDA (DIRECTOR DEL MUSEO ELECTORAL Y DE LA DEMOCRACIA DEL JURADO NACIONAL DE ELECCIONES)
Arequipa le ha dado al Perú hijos e hijas ilustres, que se han destacado en todos los campos del quehacer humano, asimismo, podríamos decir, que hay muchos hechos históricos en Arequipa, que se han iniciado en su jurisdicción geográfica, o que han repercutido en ella, porque la tradición sobre el carácter de su gente, es bien parecida, a la que mueve a los cordobeses, en Argentina.
Mariano Melgar es uno de esos hijos destacados, que nació en Arequipa el 10 de agosto de 1790, y cuya trayectoria, no solamente lo liga a la literatura, a la música, al heroísmo, y a los asomos de la práctica de la democracia en el Perú, en las primeras elecciones para alcaldes, en 1812, escribiendo su “Oda a la libertad”. En el año 2015, cuando presidía el Jurado Nacional de Elecciones, el doctor Francisco Távara Córdova, se reeditaron las obras completas de Mariano Melgar, y el libro se presentó en la Feria Internacional del Libro de Lima. Era el Bicentenario del sacrificio de Melgar en Umachiri.
Mariano Lorenzo Melgar Valdivieso, nació en Arequipa, el 10 de agosto de 1790, y murió en Umachiri, el 12 de marzo de 1815. Melgar es una de las figuras más popularizadas en el Perú, está ligado al movimiento revolucionario e independentista del Perú, pero, al referirse a él, la mayoría o recuerda como poeta, dejando de lado su filiación y amor por la patria.
Mariano Melgar tuvo una inteligencia privilegiada, aprendió a leer y a escribir tempranamente, y a los 8 años ya sabía el latín, y poco después aprendió inglés y francés, y realizó sus primeros dibujos. Cuando estuvo como alumno del Seminario Conciliar de San Jerónimo, para estudiar Filosofía y Teología, tuvo acceso a publicaciones antiguas, y del tiempo de la ilustración, que con toda seguridad influyeron en el ánimo del patriota. En 1812 dejó atrás la carrera eclesiástica, por su amor a Silvia, y marchó a la capital virreinal para estudiar Derecho.
Los diputados peruanos habían participado en la Constituyente de Cádiz, que reguló la forma de hacer las elecciones para alcaldes en 1812, suceso que coincidió con su presencia en Lima, y en homenaje a José Baquíjano y Carrillo, nominado consejero de Estado, escribió “Oda al Conde de Vista Florida”, delatando la necesidad de unión de los hispanoamericanos.
Como puede verificarse en el libro reeditado por el Jurado Nacional de Elecciones, Mariano Melgar vivió con entusiasmo, la experiencia de delegar poder a los alcaldes, que desde 1812 fueron elegidos por los ciudadanos, escribiendo al respecto, una poesía, porque sabía que se estaba en camino a la independencia, y aunque no tenía la edad reglamentaria para votar, que era 25 años, no estuvo ajeno a los sucesos, que fueron una novísima experiencia para los hispanoamericanos, de un cabildo tradicional, se pasó a un cabildo constitucional.
En el plano literario, su poesía está inspirada en su amor por Silvia, que en realidad se llamó María Santos Corrales, experiencia que lo convirtió, en uno de los iniciadores de la literatura peruana.
La rebelión de Túpac Amaru estaba en la memoria colectiva de los peruanos, y quizá a comienzos del siglo XIX, también se recordaba el sacudón que se dio a la estructura administrativa virreinal, con la gran rebelión de Juan Santos Atahualpa, y motivados por los sucesos en el Río de la Plata, y en la actual Bolivia, el sur peruano fue conmovido por varias rebeliones, como la de Francisco Antonio de Zela, y la de los hermanos Angulo con Mateo García Pumacahua, en 1811 y 1814, respectivamente. Melgar se unió al ejército de Pumacahua, como auditor de guerra, en 1814, siendo tomado prisionero en la batalla de Umachiri, cuando aún contaba con 24 años de edad.
Melgar se unió a Pumacahua en Chuquibamba, y marchó con sus huestes hasta Arequipa, ciudad que tomaron, tras la victoria de Apacheta, pero que tuvieron que abandonar por la pronta reacción realista, retirándose con dirección a Puno, librándose batalla en Umachiri, el 11 de marzo de 1815. Al día siguiente, Melgar fue fusilado por defender a su patria.