Luis Miguel Caya, conocido en redes, medios y espacios políticos como “El Cazador de Lagartos”, oficializó un gran salto en su vida política: será candidato a la Cámara de Diputados por Lima Metropolitana en las Elecciones Generales del 2026, bajo la bandera del Partido Aprista Peruano. Su postulación no tomó por sorpresa a la opinión pública, especialmente a quienes han seguido de cerca la lucha anticorrupción en el sur del país.
Durante años, Caya se consolidó como uno de los principales denunciantes de las irregularidades cometidas por Martín Vizcarra, tanto en su gestión como presidente regional de Moquegua como en su actuación posterior. Sus investigaciones, documentación y presión mediática fueron determinantes en los casos Lomas de Ilo y Hospital de Moquegua, procesos emblemáticos que aportaron a la sentencia condenatoria del exmandatario. Su estilo directo y sin concesiones lo aleja del político tradicional, y su apodo lo ganó por su persistente presencia en medios, conferencias y expedientes judiciales.
Aunque su lucha contra Vizcarra lo proyectó nacionalmente, Caya extendió su trabajo hacia otros sectores del sistema de justicia. Presentó denuncias disciplinarias contra la fiscal suprema Delia Espinoza, señalando decisiones irregulares que, según afirma, beneficiaron a redes internas del Ministerio Público. Estas acciones lo situaron en el centro del debate sobre la transparencia y la independencia en la Fiscalía.
Del mismo modo, Caya ha sido uno de los pocos ciudadanos en cuestionar de manera abierta a figuras consideradas “intocables” dentro del caso Lava Jato, como Gustavo Gorriti, Rafael Vela Barba y José Domingo Pérez. Para él, estos actores han manejado el caso con evidente doble estándar, filtraciones estratégicas y criterios selectivos que han debilitado la credibilidad del proceso.
Sin renunciar a esta línea crítica, Caya sostiene que el Perú necesita una justicia sin blindajes ni agendas ocultas, una fiscalización real del Ministerio Público y un Congreso que deje de ser espectador pasivo del desorden institucional.
RUMBO AL 2026
En el terreno partidario, su presencia dentro del APRA se fortaleció tras obtener una votación significativa en las internas, convirtiéndose en uno de los nuevos rostros emergentes de un partido en etapa de renovación. Su candidatura busca combinar experiencia jurídica, presencia mediática y un discurso anticorrupción sostenido, elementos que hoy forman parte de la reconstrucción estratégica aprista.
Su postulación aparece en un contexto donde el electorado exige representantes con trayectoria comprobada y posiciones firmes. Caya llega a la carrera electoral sin necesidad de fabricar un relato: su trayectoria es su relato. Su apuesta por Lima Metropolitana busca conectar con un electorado cansado de la impunidad, los blindajes congresales y el desorden institucional.
Mientras el país se prepara para un proceso electoral decisivo, “El Cazador de Lagartos” entra a la escena con un mensaje claro: Ni Vizcarra, ni fiscales acomodados, ni operadores mediáticos. La lucha es contra todo el sistema de impunidad.
