POR: MIGUEL ARTURO SEMINARIO OJEDA
Acaba de partir hacia la eternidad, uno de los más grandes peruanos del bicentenario de nuestra República, nacido en el siglo XX, y que se ganó un sitial dentro de la arqueología y antropología, y pese a llegar tan alto en su universo, siempre fue el hombre del que emanaba el don de gentes que cada vez es más escaso.
El arqueólogo y antropólogo Luis Guillermo Lumbreras, nos deja como legado una gran trayectoria, llena de contribuciones científicas, charlas, conferencias, y la calidad humana que era propia de él. A su experiencia académica como gran investigador que hizo hablar a las piedras, y lo difundió en publicaciones a nivel nacional e internacional, se suma el trabajo en el Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia, y en el Instituto Nacional de Cultura.
Luis Guillermo Lumbreras no necesita un monumento de palabras, y menos aún después de muerto, porque fue uno de los más reconocidos profesionales de su campo, este jueves 9 de noviembre, falleció a los 87 años de edad en la ciudad de Lima, y con toda seguridad los homenajes que recibió en vida, se continuarán de modo póstumo.
UNA VIDA DESTACADA
Su fecha de nacimiento fue el 29 de julio de 1936, en Ayacucho, como Luis Guillermo Lumbreras Salcedo y pasaría a ser trascendente como un antropólogo, arqueólogo y gran educador peruano, en el campo de la arqueología social, ciencia a la que contribuyó con muchos aportes.
Fue hijo de Elías Lumbreras Soto y Rosa María Salcedo. Estudió en Lima, la primaria en el Colegio Sagrados Corazones Recoleta, y la secundaria en el Colegio Antonio Raimondi. Se destacaría luego como alumno de la Facultad de Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, graduándose en 1959 como doctor en Etnología y Arqueología.
Su ejercicio docente comenzó en la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle y continuó en la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga, donde dio origen a la primera Facultad de Ciencias Sociales en el Perú. Continuó con la docencia en su alma máter, compartiendo el trabajo con Pablo Macera y Aníbal Quijano; enseñaría también en la Universidad Nacional Agraria La Molina.
Lo conocí en uno de sus viajes a Piura, en el desarrollo de un ciclo de conferencias, dentro de la “Semana de la Identidad”, organizada por el Instituto Departamental de Cultura, que dirigía Luis Chaparro Frías, a comienzos de la década del 90 del siglo pasado, reflejando en sus conversaciones, el dominio cognitivo de los temas que le apasionaban, hacía varios años atrás yo había leído sus publicaciones sobre el imperio Wari, con una nueva perspectiva, y descubrimientos en el campo de la arqueología.
Sus aportes en el campo de la arqueología, lo proyectaron como el profesional destacado por impregnar una nueva perspectiva a la arqueología, en lo descriptivo y analítico, tanto como en el plano teórico, orientado por la comprensión de arqueología peruana, impulsando a ir más allá de la recopilación de datos, hasta participar del desarrollo y la integración de la sociedad, como se requiere ahora, de mantener ese binomio indisoluble de universidad y sociedad, orientado al desarrollo de los pueblos.
Lumbreras fue más allá de las teorías inmigracionista y autoctonista para explicar el origen de la cultura peruana, él planteó la teoría hologenista, cuando científicamente se aproximó en la búsqueda de la verdad sobre el origen de la cultura en el Perú, sosteniendo y demostrando, que en ese proceso influyeron elementos autóctonos, y foráneos.
PUBLICACIONES Y GRANDES RECONOCIMIENTOS
La lista es larga, y varias de sus publicaciones fueron traducidas a otras lenguas. He leído: De los orígenes del Estado en el Perú, El arte y la vida Vicús, y, El imperio Wari, y otros artículos sobre arqueología peruana. Son obra suya, De los pueblos, las culturas y las artes del antiguo Perú, hasta donde se sabe, un clásico de arqueología andina en las universidades de Estado Unidos.
Son suyas las publicaciones: The Peoples and Cultures of Ancient Peru; Las fundaciones de Huamanga; Los templos de Chavín; La Arqueología como ciencia social; Arte precolombino; Los orígenes de la guerra y el ejército en el Perú, fundamentando que los orígenes del Ejército en el Perú, se encuentran en la civilización Chavín, alrededor de 1000 años antes de Cristo.
Asimismo son obras suyas, las publicaciones: Las sociedades nucleares de Suramérica; Arqueología de la América andina, una aproximación a una síntesis del desarrollo cultural prehispánico en Latinoamérica; Chavín de Huantar. Excavaciones en la Galería de las Ofrendas; Chavín de Huantar en el nacimiento de la civilización andina
Por estas y otras publicaciones recibió el Premio Nacional de Cultura, en 1970, durante el gobierno de Juan Velasco Alvarado; y se cuentan entre las distinciones recibidas, el Premio Nacional a la Investigación Científica; el Premio Humboldt a la Investigación Científica; y el Premio «Mejor Arqueólogo Latinoamericano y del Caribe», otorgado en el 2013.