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Luis Alberto Sánchez: El Apra y el Perú

Por: Edgard Norberto «Beto» Lajo Paredes   

Luis Alberto Sánchez (LAS), es el creador de: “El Perú: retrato de un país adolescente. El Perú: nuevo retrato de un país adolescente. Flash de un país a punto de dejar de ser adolescente” (1987, PEISA). “La presente edición constituye la versión definitiva de la obra, y contiene tres partes” (pág. 7); escritos en las décadas del cincuenta y ochenta, por un actor del APRA insurgente (1932-1956), del APRA parlamentaria (1956-1968 y 1980-1985) y del APRA de gobierno (1985-1990). Una lástima que ni los apristas la leen, menos los que no lo son; éste hecho, es una repudiable discriminación cultural e intelectual. LAS, nos dice: “Cuando empezamos nuestra tarea como estudiantes y como escritores tuvimos como nuestra meta buscar y fijar la identidad nacional. Teníamos la certidumbre de que existía un Perú ideal, un Perú posible y un Perú real, y de estos tres Perúes hicimos un acicate, un objetivo y hasta un dogma. Por eso, lo veo ahora claro, abracé el aprismo, que es una doctrina en la que nuestro continente busca y encuentra su identidad” (pág. 241).

Lo destacable de la obra citada es: trata de la realidad y proyección del nuestro país Perú, ha sido escrita en varias décadas, tres veces con títulos diferentes, es decir, son tres libros y una sola obra; su autor, es actor, también su historiador. Gracias maestro LAS.

¿CON PROBLEMAS DEL SIGLO XX?

Con LAS, denunciamos: “Acabamos de comprobar, además, que en pleno siglo XX [XXI post pandemia] subsisten en nuestra sierra núcleos que se desenvuelven en las mismas condiciones que hace 300 [500] años: no conocen el teléfono, la radio, la televisión ni la tracción a motor, ni tienen concepto de lo que es el Perú como colectividad nacional, ni de las leyes. Sin embargo, en otras regiones del país se trabaja con computadoras y se dispone de los últimos adelantos electrónicos. Coexisten la humillante riqueza de los que construyen vastos edificios en los barrios de Monterrico y las Casuarinas mientras, en la misma capital, se multiplican los tugurios miserables y los caóticos pueblos jóvenes. Coexisten el sueldo de varios millones … con la pensión de un retirado … Somos un país de contrastes, geográfica, económica, social e históricamente” (págs. 241, 242). Con LAS, confesamos: “¿Cómo no entristecerse, en 1983 [2022], frente a una realidad que se mantiene dentro de las fronteras de hace un siglo? ¿Cómo no amargarse cuando los ricos crecen en riqueza y los pobres en pobreza bajo la bandera de una incompleta democracia?” (pág. 242). Con LAS, aclaramos: “No; no somos pesimistas: somos realistas. No; no nos amargamos: los hechos son amargos. No; no nos desesperamos: nos exasperamos, con la violencia íntima de los sentimientos más profundos traicionados” (pág. 242). El Perú actual, no es el Perú que anhelamos.

¿EL PERÚ SIN EL APRA?

En cuanto al APRA y el futuro del Perú, nos dice: “…surge una verdad incontrastable: si el APRA perdiera presencia en el panorama político peruano, sería sustituida por una conjunción de partidos de origen extranjero y comunista o por una dictadura plutocrático-castrense. Semejante alternativa, que ningún observador veraz de nuestra política puede negar, justifica nuestra interpretación sobre la presencia irreemplazable del APRA para realizar un avance serio hacia la justicia social, respetando las libertades democráticas”, agrega el Maestro zorro plateado “No pretendo llevar a cabo ninguna expresión de propaganda partidaria. Se trata de hechos objetivos. El historiador Jorge Basadre, en lo que podríamos llamar su mensaje póstumo, su testamento político, publicado en la revista Caretas del lunes 7 de julio de 1980, analiza en pocas palabras esta realidad innegable y llega a una conclusión parecida, aunque no expresada con la claridad con la que hacemos aquí”. (ob. cit. pág. 190).

¿PROFECÍA CUMPLIDA?

Esto lo escribió en 1981; once años antes del Autogolpe Fujimorista de “dictadura plutocrático-castrense”; cuarenta años antes de la elección del presidente Pedro Castillo “conjunción de partidos de origen extranjero y comunista”, y cuarenta y uno años antes que el “APRA perdiera presencia”, su inscripción del Registro de Organizaciones Políticas del JNE.

Perdonen la arrogancia política: cuando el APRA está mal, los demás están peor, el país carece de rumbo, el pueblo está en desconcierto. Es indispensable la reconstrucción del sistema de partidos políticos doctrinarios, programáticos y orgánicos, en especial la recomposición del partido de izquierda democrática, para edificar la democracia de pan con libertad y justicia social y un Estado que represente a los tres sectores: público, privado y sociedad civil.

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