Los desafíos ante el estrés hídrico

La gobernabilidad hídrica tiene que ponerse en orden. Las instituciones públicas de gestión del agua empezando por la ANA hasta las EPS como la AAA, OTASS, Gobiernos Regionales, Gobiernos Locales etc. no están integradas, se les cruzan las funciones y no resuelven los problemas.

POR: JORGE ACOSTA ZEBALLOS   

Los pronósticos coinciden que el futuro del país es de estrés hídrico y que debemos asumir los desafíos que este nos depara. Esta realidad nos obliga a plantear las salidas, propuestas, desafíos para enfrentar sus efectos en la vida de los peruanos.

Lo primero es que debemos ser conscientes que el agua es vida y su carencia tiene efectos para el buen vivir. Si nos quedamos cruzados de brazos hoy, no nos quejemos en el mañana. La población tiene el derecho a la seguridad hídrica y las autoridades a gestionar su cumplimento.

La información es crucial para toda planificación hídrica y al respecto la data está muy desactualizada. Sin ella la debilidad de los planes y proyectos es el presagio que no se resolverán los problemas.

La gobernabilidad hídrica tiene que ponerse en orden. Las instituciones públicas de gestión del agua empezando por la Autoridad Nacional de Agua (ANA) hasta las Empresas Prestadoras del Servicio de Agua (EPS) como la AAA, OTASS, Gobiernos Regionales, Gobiernos Locales etc. no están integradas, se les cruzan las funciones y no resuelven los problemas.

Las pérdidas de agua potable es una alarma ya de varios años que no se resuelve y que no es solo en las ciudades donde se la distribuye, comienza desde las mismas cuencas con canales abiertos propensos a la contaminación y a la succión ilegal con extractores muy sofisticados.

La pérdida del agua potable producida tiene un promedio del 30% que es una cifra de las más altas a nivel mundial. Impedir las perdidas es una decisión política que empieza con la vigilancia y sanciones a los que lo realizan, segundo el apoyo de la nueva tecnología es vital y tercero el uso del PVC sobre todo en los tubos de los desagües.

Ante la escasez de agua la construcción de represas y pozas de almacenamiento contribuiría a acrecentar la seguridad hídrica de la población, empresas e instituciones. Para darle sostenibilidad los técnicos señalan que deben realizar a otras actividades como podrían ser la generación eléctrica o la acuicultura según sean los casos.

La reutilización del agua tratada es otra alternativa para que el agua potable solo sea para consumo humano. La experiencia de las Plantas de Tratamiento (PTAR) debe ser un mandamiento de construcción. Teóricamente encaja con el sustento de la economía circular en la que el agua no desaparece, sino que vuelve, bajo otras formas, al inicio del círculo. De esta manera, las aguas residuales se le aplica la tres R: Reducir, Reutilizar y Reciclar. El líquido obtenido podría ser vendido a los municipios, empresas mineras o agricultores para generar caja para la emergencia

Fundamental es cambiar las formas de uso del agua en el sector agrícola donde el regadío por gravedad es muy elevado en la agricultura. El regadío por goteo, por aspersión y otras tecnologías son más efectivas en el agro y representan un gran ahorro de agua.

Un gran porcentaje de las EPS fueron intervenidas por la OTASS con el argumento que tenían déficits financieros con la propuesta que un lapso de tres años las ponía en positivo, además que aportarían personal altamente especializado. Sin embargo, eso en la mayoría de los casos no ha ocurrido y siguen igual. Una alternativa saludable es el regreso de la Administración de los Gobiernos Locales con el agregado de la participación ciudadana a través de sus gremios para darle transparencia a la gestión hídrica. Y de esta forma establecer la inversión pública en saneamiento.

La desalinizadora y/o desaladora del agua todavía no es una alternativa inmediata que sustituya a del agua natural dado sus mayores costos. Sin embargo, es una salida en el mediano plazo si se siguen logrando mejores tecnologías de generación eléctrica como el hidrogeno verde, solar, eólica y marina.

Los consumidores de agua, que somos todos, tenemos que cambiar nuestros hábitos y costumbres, por ejemplo, cerrar bien nuestros grifos, no excederse em el riego de nuestros jardines. En la gestión municipal utilizar agua tratada para regar los parques públicos o construir piscina donde el agua es escasa.

Valorar el agua como factor de vida. Las tarifas deben ser justas que solo correspondan a los costos por el servicio y no por agua por sí mismo. Evitar cualquier subsidio o cobre excesivo.

A decir de muchos expertos podríamos utilizar también el concepto de vulnerabilidad hídrica como concepto que no solo compare la brecha entre agua consumida y agua disponible, sino que agregue la probabilidad de la vida misma, porque consumir agua limpia es un derecho.

Amigos, hay más ideas más, pero más y más es lo que debemos hacer.


DIAGNÓSTICO

  • En el mundo 1,100 millones de personas no tienen acceso al agua, de ellos 10 millones son peruanos y 870 mil viviendas no tienen agua potable.
  • Lima es un caso alarmante pues después del Cairo (Egipto), la capital es la que menos llueve a nivel mundial y aprovecha los deshielos de la cordillera andina que cada año se reducen.
  • El sur del país está igual, según Infobae, Tacna es uno de los departamentos más probable a sufrir del déficit hídrico pues no llueve sostenidamente y racionaliza el abastecimiento de agua a la población. Puno es testigo de la reducción del nivel de agua del lago Titicaca Moquegua es un departamento muy vulnerable a la dotación de agua principalmente en los primeros meses del año donde ocurren huaycos o sequias que desabastece totalmente el agua de consumo de las personas.

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