Por: Arnulfo Benavente Díaz
Caminar y hablar en un campo verde o en la orilla del mar, son actividades que pueden tener un gran impacto en nuestra salud y bienestar. Presentamos algunos de los beneficios de combinar estas actividades:
- Mejora la salud cardiovascular: Caminar es una forma efectiva de ejercitar el corazón y los pulmones. Al hablar mientras caminamos, aumentamos la frecuencia cardíaca y respiratoria.
- Reduce el estrés: Al caminar liberamos endorfinas que nos hacen sentir bien y al hablar con alguien podemos compartir nuestras preocupaciones y pensamientos, liberando la carga emocional.
- Fomenta la creatividad: Caminar puede ayudarnos a despejar la mente y al hablar con alguien podemos tener nuevas perspectivas y generar ideas innovadoras.
- Fortalece las relaciones: Al compartir experiencias mientras caminamos, podemos crear vínculos más profundos y duraderos.
- Ayuda a mantener un peso saludable: Caminar es una forma efectiva de quemar calorías y con una conversación activa, podemos aumentar el gasto calórico.
En conclusión, caminar y hablar son dos actividades beneficiosas para nuestra salud física, mental y emocional.
El filósofo alemán Immanuel Kant era un gran defensor del caminar y la observación como una forma de comprender el mundo y la naturaleza humana. Kant caminaba diariamente, incluso en las condiciones climáticas más extremas, y creía que el movimiento físico y la contemplación eran esenciales para su pensamiento filosófico.
Kant creía que la observación de la naturaleza era una forma importante de comprender el mundo.
En sus escritos filosóficos, Kant se refiere a menudo al caminar como una metáfora para la búsqueda del conocimiento. Sostiene que, al igual que en un paseo, en nuestra búsqueda del conocimiento debemos estar dispuestos a tomar diferentes rutas y explorar nuevos territorios, siempre manteniendo una actitud crítica y reflexiva.
Los peripatéticos fue una escuela filosófica fundada por Aristóteles en el siglo IV a.C. en la antigua Grecia. El nombre «peripatético» proviene del término griego «peripatein», que significa «caminar alrededor».
Se enfocaban en la observación y el estudio de la naturaleza, así como en la ética y la política. Los peripatéticos creían que el conocimiento solo podía ser adquirido a través de la experiencia y la observación, lo que los llevaba a caminar y discutir mientras lo hacían.
Un estudio de la Universidad de Stanford encontró que caminar aumentaba la creatividad y la capacidad de pensamiento divergente en las personas, lo que les permitía generar ideas nuevas y originales.
Otro estudio publicado en la revista Frontiers in Psychology encontró que caminar en un ambiente natural puede mejorar el estado de ánimo, reducir la ansiedad y aumentar la atención sostenida.
En términos de reflexión y pensamiento, caminar puede proporcionar un espacio tranquilo y sin distracciones para pensar y procesar información. La práctica de caminar en silencio o con música suave también puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad, lo que facilita el proceso de reflexión.