POR: CÉSAR CARO JIMÉNEZ
Este último viernes, el gobernador regional de Moquegua Zenón Cuevas Pare, acompañado de una numerosa comparsa, (consejeros, funcionarios, compradores, periodistas, portátil política y diversos interesados) en la cual destacaban el gerente general del Proyecto Especial Regional Pasto Grande y doña Cristala Constantinides, se apersonaron a la zona donde se encuentra ubicado el reservorio que acumula el recurso hídrico desde donde se distribuiría el líquido elemento a los lotes subastados hace ya algunos años en las Lomas de Ilo.
Sin embargo, tal visita no ha convencido ni ha contribuido a aclarar diversos aspectos del Proyecto Ampliación de la Frontera Agrícola Lomas de Ilo como son, por ejemplo, la inversión o gasto total hasta la fecha y cuánto más se necesita para que el agua llegue a la totalidad de las 1750 has. programadas en la I Etapa, que me temo que son las hectáreas más caras a nivel nacional
Asimismo, siendo quizá demasiado suspicaz y compartiendo las dudas de un buen amigo, me pregunto, dado que nadie ha visto discurrir las aguas por las tuberías, si el reservorio no ha sido semi llenado bien por camiones cisternas en innumerables viajes o por las tuberías existentes durante muchos días o semanas a razón de 20 litros por segundo…y es más: ¿habrán subsanado realmente los problemas técnicos ligados a la calidad de los tubos y colocación de los mismos? Y cabe aquí preguntar: ¿Por qué se guarda como secreto de estado y bajo siete llaves el informe del Ing. Edmer Trujillo?
Y, es más: ¿recordando que el 1 de noviembre del 2020, dizque que con la finalidad de coordinar acciones para poner en funcionamiento la Línea de Conducción a Lomas de Ilo, se reunieron el gobernador regional y el gerente general del Proyecto Especial Regional Pasto Grande, con representantes del Consorcio (Obrainsa-Astaldi), Ing. Eduardo Coronado del Águila y de Asesores Técnicos Asociaciones (ATA), Ing. David Ramos Aguilar, cabe preguntar a qué resultados, conclusiones o compromisos llegaron?
¡Misterio absoluto! Lo cierto es que hasta la fecha no se han hecho las pruebas hidráulicas que se requieren para ver la real capacidad de conducción de agua de las tuberías de las Lomas de Ilo, que según las especificaciones técnicas debería ser de 900 litros por segundo.
Asimismo, cabe inquirir también, por qué el Proyecto Pasto Grande ha tenido que invertir una suma considerable en subsanar problemas en la línea de conducción, cuando ello aún, según contrato le correspondería a Obrainsa -Astaldi. ¿Ello no les traerá problemas legales, colusión, por ejemplo, a los responsables directos de la aprobación y uso de dichos recursos económicos que muy bien pudieron ser destinados a otros fines?
Y aquí es necesario preguntar: ¿se han corregido o atendido las observaciones y recomendaciones que la Contraloría General de la República ha especificado en el Informe de Auditoría N° 1842-2019-CG/MPROY-AC “Ampliación de la frontera agrícola lomas de Ilo-Moquegua”?
Me temo que no, como también pienso que aún continúan vigentes todas las reflexiones e investigaciones que señaló mi buen amigo Jorge Acosta en un artículo publicado en este mismo medio en octubre del 2020, fecha en la cual se decía que iban a realizarse nuevas pruebas hidráulicas, las cuales hasta la fecha no se realizan recurriéndose tan solo a “paseos” donde el silencio sobre los puntos álgidos es preocupante, observándose tan solo “utilización política” del mismo, tal como es el caso de la Sra. Cristala que más allá de dedicarse a enrostrar a contendientes políticos, no plantea soluciones viables a pesar de ser integrante del directorio del Proyecto Pasto Grande, lo que según algunos letrados no debería darse al ser socia en uno de los lotes subastados en la Lomas de Ilo.
Pero al margen de las máscaras y caretas de todos los personajes políticos y la falta de análisis profundos sobre la viabilidad técnica, económica, social de diversos proyectos a lo largo del tiempo en el Perú, tenemos que aceptar que gran parte de los mismos han fracasado porque “nuestros” lideres e instituciones, en lugar de dirigir o guiar, generalmente se pliegan a los deseos mayoritarios, –generalmente emotivos-, de los grupos sociales que por ejemplo, en su momento aplaudieron e impulsaron obras estólidas como por ejemplo la carretera interoceánica y me temo que algo semejante puede ocurrir con el aeropuerto de Chincheros el cual viene siendo construido sin haber levantado serias observaciones.
Como también creo que ha ocurrido en Moquegua con el Proyecto Ampliación de la Frontera Agrícola Lomas de Ilo o como viene ocurriendo con la salinización de los valles de Ilo y gran parte de los de Moquegua, sin que las actuales autoridades atinen a reaccionar, fundamentalmente porque no hay un real y atinado Plan Estratégico Agrario, porque por pruritos ideológicos y/o emotivos no se convoca a quienes más saben de estos temas al margen de divergencias o simpatías políticas.
