POR: ABOG. LUIS MIGUEL CAYA SALAZAR
El pasado 10 de marzo de 2025, presentamos una solicitud formal ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) para que, “en el marco constitucional y legal vigente, ordene el retiro inmediato de Martín Alberto Vizcarra Cornejo del padrón de afiliados del partido político Perú Primero”.
Dos meses después, el JNE atendió nuestro pedido y retiró del padrón de afiliados a quien alguna vez ocupó Palacio de Gobierno tras la vacancia de Pedro Pablo Kuczynski.
Esa decisión hoy cobra pleno sentido: la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) rechazó recientemente la inscripción de Vizcarra como parte de la fórmula presidencial de Perú Primero para las elecciones internas, confirmando que el exmandatario no podrá participar en los comicios generales de 2026.
LA CAÍDA DEFINITIVA DEL “LAGARTO”
El Reglamento de Elecciones Primarias aprobado por la ONPE —Resolución Jefatural N.º 000063-2025-JN/ONPE— establece que solo pueden participar en primarias los ciudadanos afiliados a una organización política hasta el 12 de julio de 2024, conforme a la Décimo Octava Disposición Transitoria de la Ley Orgánica de Elecciones (LOE).
Vizcarra no cumple con esa condición, pues fue desafiliado del partido Perú Primero por resolución expresa del JNE.
Y lo que es peor para él, el propio Jurado Nacional de Elecciones ha recordado en un reciente pronunciamiento que sigue vigente su inhabilitación política impuesta por el Congreso, lo cual le impide ejercer cualquier cargo público o postular en las elecciones de 2026.
SIN PARTIDO, SIN CANDIDATURA, SIN RETORNO
Su expulsión del padrón de Perú Primero no solo lo deja sin casa política, sino que convierte en ilegal cualquier intento de postulación.
De hecho, la ONPE advierte que la participación de una persona no afiliada en un proceso interno podría generar la nulidad de toda la elección primaria, afectando incluso la plancha presidencial y las listas al Congreso o Parlamento Andino.
Es decir, Vizcarra no solo no puede postular, sino que su sola presencia sería un riesgo jurídico para su propio partido.
UN LOGRO CIUDADANO
Esta victoria no pertenece a un solo ciudadano, sino a todos los peruanos que no se resignan a ver cómo los corruptos regresan al poder.
Fue una acción sustentada en derecho, presentada en el momento oportuno y hoy respaldada por las instituciones electorales.
El mensaje es claro: nadie está por encima de la ley.
EPÍLOGO: EL FIN DEL MITO
Martín Vizcarra fue el símbolo de la antipolítica, del populismo judicial, del cálculo mediático. Hoy es solo el reflejo de lo que el poder sin principios produce: caída, desprestigio y soledad.
Su última carta de volver a la presidencia acaba de ser quemada.
Y desde aquí, con la convicción del deber cumplido y en memoria de los más de 220 mil peruanos muertos por el COVID-19, podemos decirlo con firmeza:
¡Lo logramos! Martín Vizcarra no podrá ser candidato en el 2026.

