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22 noviembre, 2024 7:09 pm

Las pantallas están creadas para ser adictivas

Nos sumergimos en juegos y redes sociales, perdiendo horas que podríamos haber dedicado a actividades más productivas y enriquecedoras, que nos permitirían vivir una vida más tranquila y estable.

POR: ANGÉLICA ESPINOZA ORTIZ   

Diversos estudios realizados por neurólogos y expertos en bienestar físico y mental han confirmado que las pantallas están diseñadas para generar adicción. Esta es una preocupación recurrente, pues el objetivo es evitar que nos convirtamos en zombies o títeres, atrapados por una hipnótica y embriagante tecnología que nos proporciona placer instantáneo y un deseo insaciable de más.

Me pregunto si los creadores de redes sociales, smartphones, tablets, laptops y aplicaciones permiten que sus propios hijos usen estos dispositivos con la misma libertad que nosotros. ¿Llevan ellos vidas más saludables, alejadas de la tecnología que ellos mismos desarrollaron?

Sin darnos cuenta, hemos permitido que nuestros dispositivos cernen nuestros deseos, gustos y pasiones, alimentándolos constantemente. ¿Alguna vez has notado que, después de pensar o desear algo, de repente aparecen anuncios, juegos o videos relacionados en tu pantalla?

No pretendo demonizar las redes sociales o el uso de dispositivos como smartphones o tablets. Sin embargo, es crucial reconocer que, si usas tu celular, tablet o laptop por más de dos horas seguidas, justificándolo con «estoy trabajando», podrías estar desarrollando una adicción a las pantallas. Incluso aquellos que trabajamos con tecnología debemos ser responsables y firmes en controlar su uso para proteger nuestro cerebro.

El uso excesivo de pantallas puede llevarnos a estar más ansiosos, tensos, depresivos e incluso agresivos. A menudo culpamos a nuestros hijos, al trabajo o a otros factores, pero la verdad es que mantenemos nuestro cerebro en un estado constante de vigilia, día y noche, especialmente si no desconectamos nuestros dispositivos. Esto priva a nuestro cerebro del descanso necesario, provocando inquietud y dificultando el control de nuestras emociones.

Estimados lectores, detengámonos un momento. Respiremos profundamente y reflexionemos sobre cuánto tiempo estamos invirtiendo en la tecnología en detrimento de nosotros mismos, nuestras familias, nuestros hijos y amigos reales.

Análisis & Opinión